CAI ZARAGOZA 69 - DOMINION BILBAO 71

El Bilbao se aferra a la Copa y el CAI entra en depresión

El Dominion tuvo más acierto en los tiros libres en un final abierto, en el que Sastre, la figura hasta entonces, falló dos. Hannah lució en un partido con muchos errores

Bilbao
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ACB

El Dominion se aferra a un clavo ardiendo para no perder de vista A Coruña a finales de febrero. En un partido agónico, sacando fuerzas de flaqueza, el equipo bilbaíno salió a flote cuando todo parecía en manos de un CAI que acabó enredándose en su propia angustia. Ni la llegada de Swing ni las otras caras nuevas sacan del letargo al cuadro aragonés, que, sí, estaba en fase de crecimiento con la llegada de Casadevall, pero tiene plantilla para pronunciar un baloncesto más reconocible. Fue un partido malo, con muchos errores y grandes parciales como si se tratara de pretemporada. Todo quedó para el último minuto, donde el acierto en los tiros libres desniveló la balanza para los visitantes. Sastre, el rey de la matinal en el Príncipe Felipe hasta ese momento, falló dos con un punto abajo y siete segundos por desplegar y fue una 'gentileza' que no desaprovechó el cuadro de Sito Alonso. Lo de este equipo a domicilio va a acabar siendo asignatura en la universidad de la canasta. Nadie se le resiste en Europa y en ACB se desinhibe de tal manera que pocos no caen de maduros. 

El Bilbao se sobrepuso al cero de anotación de Bertans (¿estaría tocado?). Entre dos equipos con recientes golpes, se anunciaba una montaña rusa. Con parciales a gogó. El más importante parecía ser un 10-1 firmado por los rojillos cuando los bilbaínos navegaban por aguas tranquilas con diez de ventaja. El pulso empezó, como viene siendo tónica habitual en el Dominion este año, con una ensalada de triples: en el 11-22 andaban los zaragozanos con 0/0 y los vizcaínos con 3/11. El Dominion no era muy contundente y cedió cuatro dos más uno en poco tiempo. Pero la decena de ventaja le hacía parecer mucho más consistente. Luego llegaron los dientes de sierra: 9-0 en cuatro minutos para el CAI y devolución con 0-8 (le cuesta menos a la tropa de Sito hacerlo y lo manufacturó en minuto y medio). Cerca del descanso recibió una técnica el preparador visitante por enzarzarse con Bellas, algo extraño al tratarse de dos personas calmadas.

Mumbrú pasó por el banquillo y desde ahí vio todo en panorámica, más claro. Tomó el protagonismo y fue letal. Por ejemplo en el pase de quaterback a Ruoff para cerrar el primer tiempo con +10. Al descanso su equipo llevaba lanzados 17 triples. Sastre tomó las riendas luego con diez puntos en un pestañeo y Sito tuvo que poner a Ruoff por Bertans para defenderlo. Hannah iba a lo suyo y cortó la hemorragia con canastas de autor. A -15:32 empató el escolta rojillo. Casadevall amagó con una zona, pero se la reventó Mumbrú. Eso sí, Kravtsov puso por delante por primera vez al CAI a falta de nueve minutos y medio para acabar: 53-51. Hannah no estaba dispuesto a tirar por la papelera su gran partido, aunque le pitaron unos dobles un tanto dudosos cuando afloraba la verdadera miga del choque, con 61-64. Linhart le imitó con una canasta acrobática al final de posesión: 65-66 y Jelovac encestó un triplazo frontal inesperado a falta de 42 segundos: 68-66.

Ahí llegó lo bueno. Muchos esperaban otra prórroga entre los dos equipos con más suplementos este año. A falta de 25 segundos Hannah metió otra de dos: 68-69. Sastre se le encogió el brazo y falló dos tiros libres y Hervelle le demostró la templanza que le habría hecho falta: 68-71 (a -5,9). Tiró también Jelovac a falta de 4,8 y envió el segundo queriendo al hierro pero no hubo rebote rojillo.