Lo normal es que Kevin Durant gane a los actuales Minnesota Timberwolves, pero, cuando las derrotas se empiezan a acumular como lo están haciendo en Minneapolis, el rival da igual: cada día duele más. Ricky Rubio y compañía perdieron ayer en el Target Center su séptimo partido consecutivo, undécima derrota en los últimos 12 encuentros, la peor racha de la NBA (empatados con los Charlotte Hornets). Ni Andrew Wiggins (22 puntos), ni Karl-Anthony Towns (14+10). Se necesita mucho más para ser competitivo en esta liga y los Wolves van de cabeza hacia su undécima temporada consecutiva en negativo. Tiempos difíciles...durante demasiados años.

Los Oklahoma City Thunder no podían permitir una segunda remontada increíble (tipo Damian Lillard) en tan pocos días. Por eso, Durant (30+7) decidió que el partido era su guerra y que no la iba a perder. El alero, preocupado como el resto de su equipo por la inesperada aparición del mejor Zach LaVine (21 puntos, 3-4 en triples, nueve rebotes y cuatro asistencias), anotó 12 puntos seguidos para los suyos en los últimos tres minutos para sentenciar un partido que se les complicó demasiado. "Tengo que empezar a aportar antes. Tengo que meter los tiros, tío. De eso se trata", dijo tras el choque el '35' de los Thunder, que no acabó muy contento con su actuación en los primeros tres cuartos (7-21 en los tiros).

Ha vuelto LaVine

Con el fantasma de Dame en sus cabezas, los de Billy Donovan presenciaron la resurrección de Zachary LaVine. El guard, uno de los mejores sextos hombres de la liga hasta hace solo un par de semanas, estaba atravesando una horrible racha. En los últimos nueve partidos, el ex de la Universidad de California había acertado solo el 25% de sus tiros y el 8% de sus intentos desde la línea de tres. LaVine llevaba, además, siete partidos seguidos sin llegar a los 10 puntos, una marca que había superado en 25 de los primeros 31 choques del curso. Al parecer, Sam Mitchell ha sido muy duro con su jugador durante su mala racha y el guard no está especialmente contento al respecto: "No ha sido divertido", aseguró.

Desde el banquillo local tanbién jugó un gran partido Shabazz Muhammad (20 puntos), y Gorgui Dieng puso hasta seis tapones.

Westbrook, una máquina

El base de los Thunder, que ayer sumó 22 puntos, 11 asistencias, siete rebotes y otras tantas pérdidas, cerró la primera parte con un triple sobre la bocina y dejó a Ricky Rubio en tres puntos (1-5 en tiros) y seis asistencias. Además, con el de ayer, Westbrook suma 16 partidos con +20 tantos y +10 pases de canasta, el que más de toda la NBA (Wall, 13).