No pudo ser. Los Memphis Grizzlies cayeron esta madrugada ante los Houston Rockets (91-107) y no lograron ganar su tercer partido seguido, que habría significado la segunda mejor racha de la temporada. La mejor esta temporada es de cuatro. Algo ciertamente dramático para un equipo que soñaba este curso con ser algo más que un dolor de muelas. Que aspiraba a pasar de simple conjunto molesto a uno de los grandes, asentado entre los gigantes de la NBA. Pero parece difícil ahora, cuando no imposible.

Marc Gasol estuvo bien. Fue el máximo anotador de los suyos con 20 puntos, además atrapó 5 rebotes. Pero frente a estos nuevos Rockets es algo ínfimo. Tampoco son lo mejor que se ha visto sobre una pista de baloncesto, entiendan, pero las victorias comienzan a llegar de forma consecutiva y eso antes no ocurría, por lo que es un paso adelante. Con la de hoy, ya son cuatro, empatando su mejor racha que databa de principios noviembre, ya muy, muy lejos. Los texanos fraguaron su victoria en el rebote (42, 18 de ellos ofensivos) y en el trío Harden (25)-Jones (20)-Howard (17). Con estos elementos, los Rockets pudieron irse al descanso siete arriba (44-51), aguantar la reacción de los de Tennessee (80-80 con un tiro libre de Gasol) y dar el golpe de gracia con un parcial 11-17 al final. Este triunfo permite a los de Texas llegar por tercer vez esta temporada a un balance del 50%.