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Magic y Raptors, en Londres por algo más que unos tés

En una ciudad, Londres, que aún llora la muerte de David Bowie, Orlando y Toronto disputan hoy (21:00) el sexto partido oficial NBA en Europa.

Londres
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Magic y Raptors, en Londres por algo más que unos tés
NBAE\Getty

Londres, la misma ciudad que aún guarda el luto por el fallecimiento del gran David Bowie, acoge este jueves por la noche (21:00, Canal+ Deportes) el sexto partido oficial de la NBA en el continente europeo. En realidad, todos ellos se han celebrado en la cosmopolita capital británica y en el mismo escenario: el imponente O2 Arena. Orlando, que actuará como local, y Toronto, son los dos equipos que medirán sus fuerzas en un pabellón repleto hasta reventar: las entradas se agotaron en una hora. Los ingleses son suyos hasta para esto, pensará cualquiera en su sano juicio. Es de sobra conocido, en las Islas, el baloncesto es un juego casi residual. Además del fútbol, aquí se llevan los deportes de animales disputados por caballeros (rugby) o (casi) imposibles de entender: el críquet. Sin embargo, los pocos seguidores que el mundo de la canasta refugia en estas lluviosas tierras (y demás seguidores llegados a lo largo y ancho del Viejo Continente) supieron responder a la llamada de la NBA. Hasta se congregó un grupo de aficionados de los Magic en el aeropuerto para darles la bienvenida.

Dicho esto, es de justicia reconocer que el partido elegido para la ocasión no levanta las expectativas que hoy en día originarían equipos como los Warriors, Cavaliers, Bulls, Spurs o Lakers (¿se imaginan a Kobe despidiéndose de Europa?). Pues bien, para no alterar demasiado la competición, la Liga opta por traer a las franquicias que logísticamente tienen más accesible el cruzar el Charco. Y esas son las de la Conferencia Este. Este es el motivo por el cual los Nets, Knicks, Hawks o los propios Raptors han venido en más de una ocasión desde abril de 2011 a la antigua capital del Imperio a tomarse unos tés en plena Regular Season. O a realizar otras actividades. Scott Skiles, entrenador de Orlando y con fama de sargento, admitía en la víspera que le iba a ser imposible controlar los quehaceres de sus chicos en la tarde libre de la que gozaron en el día de ayer. “Aunque este es un partido muy importante para nosotros, para muchos es su primera o segunda vez aquí. No les voy a presiones así”, explicaba, muy a su pesar, el técnico. Le tocaba confiar en el buen criterio de sus pupilos.

No obstante, si bien no es un encuentro en el que buena parte de sus protagonistas desfilarían por la alfombra roja de Leicester Square (lugar donde las estrellas cinematográficas acuden a los estrenos de sus nuevas películas), el partido cuenta con varios ingredientes para no perderle el ojo. Uno de ellos, y a pesar de que está chupando más banquillo que otra cosa, el ver a quien algunos aún seguían comparándole ayer mismo con un tal Drazen Petrovic. “Es una falta de respeto hacia él”, decía el susodicho, Mario Hezonja. Quien le haya visto jugar en el Barça sabe que el de Dubrovnik tiene todo para marcar una época: calidad, descaro, tiro exterior, unos muelles por piernas y es balcánico. Lo lleva en la sangre. Su (dicen que mala) cabeza y exceso de seguridad en sí mismo son sus mayores enemigos. Como ha repetido hasta la saciedad, él sabe que todo pasa por su mano. Quizá, en el mismo escenario en el que el Team USA batió a España por segunda vez consecutiva en una final olímpica o Spanoulis frotó la lámpara para dejar al Real Madrid sin corona europea en 2013 y alargó la espera de la Novena, podamos volver a disfrutar de Super Mario.

Otros nombres propios que no podemos dejar escapar son los de Elfrid Payton y Victor Oladipo. Permítanmelo, este dúo mola mucho. Pero en las filas de los Raptors, DeRozan y Lowry (al menos uno de ellos, sino los dos, volverá a ser all star) no se quedan cortos. El primero ya tiene el honor de poder decir que su nombre ha sido el primero en salir a la palestra como candidato para reemplazar en los Lakers al insustituible Kobe. El segundo, en el mejor año de su carrera, es el favorito de Justin Bieber. Seguro que les suena. Y además, en las pinturas de ambos equipos podremos disfrutar de la sobriedad y los fundamentos de tres hombres grandes europeos (que me perdonen los argentinos, pero así me hago entender): el ahora triplista Luis Scola y Jonas Valanciunas en los Raptors y Nikola Vucevic en los de Florida. Y eso que, debido a una lesión de rodilla, se ha quedado en Canadá el hombre mejor pagado de su baloncesto: el estadounidense DeMarre Carroll. Qué paradojas tiene la vida, el único no all star de los Hawks en en All Star Game 2015 fue su mejor jugador en los Playoffs.

Pero no se preocupen, sobre el parqué tendremos a dos equipos al alza y con muchas cosas buenas que ofrecer. Los Magic, por su juventud, quizá cojan el testigo de aquel equipo en el que con Dwight Howard como principio y comofinal llegaron a las Finales de 2009. Los dinosaurios, algo más hechos, son a día de hoy una de las mayores amenazas del verdadero reino de LeBron James: el Este. Y por si fuera poco, en España no habrá que trasnochar entre semana para ver el mejor espectáculo baloncestístico del mundo. Y mañana será viernes, lo que vale doble.