El reverendo Martin Luther King Jr. murió asesinado el 4 de abril de 1968 el motel Lorraine de Memphis. La ciudad del Rey del rock, de Elvis Presley. La misma que desde hace ya un tiempo se rindió a Marc Gasol. Precisamente, en el día en el que Estados Unidos se rinde homenaje a uno de las personas que más hizo por acabar con la segregación racial, el pívot español acabó encontrando la redención en forma de un palmeo ofensivo que dirigió hacia su propio campo para que se consumieran los 3 segundos que le restaban a un partido que acabó con triunfo para los Grizzlies por un ajustado 101-99 ante los Pelicans.

Poco antes, con 100-97 en el marcador del FedExForum había errado dos tiros libres que dieron una vida extra a los de New Orleans. Una manera de afear un buen último cuarto en el que ejerció de principal referente ofensivo de los suyos anotando al principio para reducir a cenizas la ventaja visitante y poniéndose poco después asistir a un Matt Barnes quien con sus triples impulsó definitivamente a los de Joerger. Todo, mientras en defensa esta vez sí conseguía frenar a un Anthony Davis (21+8) que fue de más a menos. Una lástima que los problemas que padece en la espalda nos impidan verle rendir a su mejor nivel. Con la fiabilidad de un motor alemán (aunque en los tiempos que corren quizá esta no sea la comparación más certada), Marc concluyó el encuentro haciendo un poco bastante de todo: 16 puntos, 10 rebotes, 6 asistencias, 2 robos y 1 tapón. Además de asestar el zarpazo definitivo que permitió a los osos encadenar su tercer triunfo consecutivo, el quinto en los últimos cinco partidos.

Aunque eso sí, en Tennessee no estarían celebrando ahora una victoria de no haber sido por la aparición estelar del ya mencionado Matt Barnes. Horas antes, la NBA le había impuesto una multa de 35.000 dólares por los comentarios que le había dedicado a su examigo y técnico de los Knicks Derek Fisher. Ya saben, el lío de faldas que ha convertido a Gloria Govan en uno de los nombres más comentados de la Liga. Sin embargo, la segunda sanción (ya se perdió dos partidos) que recibe por este asunto pareció darle alas: anotó 12 de sus 16 tantos en el último acto. Otro que también estuvo a gran altura, y durante casi todo el duelo, fue un Mike Conley que logró un doble-doble (15 y 10 asistencias). Manejó muy bien el ritmo del partido a excepción de precipitarse al lanzar un triple ya dentro de los dos últimos minutos que propició el último golpe de orgullo de los de Gentry.

La segunda canasta de Davis en juego en toda la segunda mitad y la primera de Ryan Anderson en ese mismo tiempo permitían soñar a NO. En parte gracias a que Jrue Holiday (23 y 9 pases de canasta) se había encargado de sostenerles mientras estos andaban desaparecidos. Que el base vuelva a ser el que era no es una noticia que haya que dejar pasar de largo. Ese consuelo les queda a unos pelícanos, que aún lejos, tienen en su mano alcanzar los Playoffs. Por su parte, en Memphis parece que poco a poco el oso va despertando de su hibernación...