ALL STAR 2016

All Star: Pau Gasol lo tiene difícil y Marc, casi casi imposible

Los hermanos Gasol, titulares en 2015, dependen ahora de los entrenadores, que anunciarán el 28 los reservas. Pau Gasol tiene todavía opciones, Marc muy pocas.

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All Star: Pau Gasol lo tiene difícil y Marc, casi casi imposible
TANNEN MAURY DIARIO AS

Los aficionados hablaron y, un año más, sus elecciones dan para un buen debate. En cualquier caso, ni Pau ni Marc Gasol entraron en los quintetos titulares para el All Star de Toronto y parece, si se valora tanto lo individual como lo colectivo, una decisión justa más allá de las excentricidades internacionales que provoca este sistema de elección, con Zaza Pachulia y Enes Kanter superando en el Oeste a jugadores como Draymond Green, Blake Griffin y, en el caso del truco, Anthony Davis y Tim Duncan.

Una vez sellados los quintetos, y la última galopada de Kobe Bryant (máximo anotador de la historia de los All Star) en su temporada de despedida, las plantillas del partido de las estrellas serán completadas por los entrenadores. De ahí saldrán siete plazas por cada costa hasta completar los doce jugadores por equipo que estarán en el Air Canada Centre el 14 de febrero. Estos siete billetes se reparten así: dos para el backcourt (bases y escoltas), tres para el frontcourt (aleros, ala-pívots y pívots) y dos wild card que pueden ser para jugadores de cualquier posición. Haciendo un repaso a los tremendos nombres que se han quedado fuera, las cuentas están muy justas para Pau Gasol y en chino literalmente para Marc, que poco a poco va enmendando un discreto primer tramo de temporada (para lo que se esperaba de él) y que arrastra además el flojo rendimiento de unos Grizzlies que han parecido en retirada en el arranque del curso. Y eso parece demasiado en la pelea por unas plazas de frontcourt que no han incluido como titulares en el Oeste a Anthony Davis, DeMarcus Cousins, Blake Griffin y compañía. A priori, casi, casi, casi imposible que se repita la presencia de los hermanos Gasol juntos en un All Star, aunque sea como suplentes. Estos son los aspirantes a las catorce plazas restantes, siete por Conferencia:

CONFERENCIA ESTE

-John Wall (Washington Wizards. Promedios 2015-16: 19,9 puntos, 4,2 rebotes y 9,7 asistencias). Un fijo para el backcourt del Este a pesar del irregular camino de sus Wizards, a los que las lesiones no han dado apenas respiro. Eléctrico pero cada vez más completo en estático (tercer máximo asistente de la NBA), no se concibe otra cosa que no sea verle en su tercer All Star consecutivo.

-Kyrie Irving (Cleveland Cavaliers. 16,1 puntos, 2,8 rebotes y 3,9 asistencias). Aunque ha estado lesionado casi hasta Navidad, es difícil que no sume su cuarto All Star. En plenitud física, es uno de los bases más espectaculares y efectivos de la NBA. Como Wall, con nivel para ser titular del Este y con el suficiente peso mediático. Difícil que se quede fuera.

-Isaiah Thomas (Boston Celtics. 21,7 puntos, 3 rebotes y 6,7 asistencias). Si hay que incluir otro base del Este, Thomas merece como mínimo consideración de wild card por delante tal vez de, por ejemplo, Kemba Walker. Sí, mide 1,75 y sí, fue número 60 del draft. Pero es un anotador atómico y el referente de los, por lo demás, híper colectivos Celtics de Brad Stevens.

-Jimmy Butler (Chicago Bulls. 22,4 puntos, 5 rebotes y 4,3 asistencias). Seguramente y en pureza, el escolta titular de un Este en el que los votos han respetado finalmente la leyenda de Dwyane Wade (comprensible). Hace tiempo que dejó de ser un defensor de hierro con capacidad anotadora para convertirse en un jugador integral, explosivo en los dos lados de la pista. El líder de presente y futuro de Chicago Bulls y a priori, otro fijo para Toronto (sería su segundo All Star seguido).

DeMar DeRozan (Toronto Raptors. 23,1 puntos, 4,5 rebotes y 4,2 asistencias). Fue All Star en 2014 y también debería tener billete en 2016, y más con Toronto como sede. El escolta de los Raptors ha entrado en calor a medida que ha avanzado la temporada y es una de las estrellas silenciosas de la NBA. Su tiro exterior es poco fiable pero hay pocos exteriores con su capacidad anotadora a partir de la media distancia y a la caza de la zona. Espectacular y efectivo.

-Andre Drummond (Detroit Pistons. 17,7 puntos, 15,5 rebotes y 1,5 tapones por partido). Otro que va a jugar su primer All Star si no media desgracia. Comenzó las tandas de votaciones como titular pero finalmente sucumbió ante Carmelo Anthony. La montaña del Este: nadie rebotea en la NBA como Drummond y nadie se acerca a sus números de capturas en ataque y doble-dobles. Con solo 22 años y muchas limitaciones técnicas, en lo suyo hay muy pocos como él.

-Paul Millsap (Atlanta Hawks. 18,4 puntos, 8,8 rebotes y 3,5 asistencias). Uno de los reyes de la clase media en la NBA, si viaja a Toronto será su tercer All Star seguido. Le ha costado ganarse la consideración de estrella (en parte porque apenas supera los dos metros) pero ya pocos dudan de que es uno de los ala-pívots más completos de la liga. Hace de todo y todo bien. Una de las grandes amenazas para Pau Gasol en las quinielas.

-Al Horford (Atlanta Hawks. 15,3 puntos, 7 rebotes y 2,9 asistencias). Compañero de Millsap, es muy probable que al menos uno de los dos halcones esté en Toronto. El ala-pívot parte con ventaja pero Horford, cuando le respetan las lesiones, es un pívot de primer nivel. Acaba contrato y será una pieza cotizadísima en el próximo mercado veraniego.

-Chris Bosh (Miami Heat. 18,9 puntos, 7,7 rebotes y 2,4 asistencias). Con Drummond casi fijo, otro de los que hace peligrar la plaza en el frontcourt de Pau Gasol. Sería su undécimo All Star, cifra a la que hay poco más que añadir. Un jugador tremendo, también ahora que los Heat acaparan menos foco mediático sin LeBron James.

-Pau Gasol (Chicago Bulls. 16,3 puntos, 10,8 rebotes y 3,1 asistencias). Leyenda absoluta del deporte español, avanza con 35 años al que podría ser su sexto All Star. Lo tiene difícil ante la subida de revoluciones del Este y la constante marejada de fondo que rodea a unos Bulls que no consiguen romper en aspirante con galones. Entre los entrenadores tiene un excelente cartel.

-Hassan Whiteside (Miami Heat. 12,3  puntos, 11,2 rebotes y 3,9 tapones). El rey de los gorros ya ha firmado dos triples-dobles este curso. Razón más que suficiente para incluirle en las quinielas. Sin embargo, juega muy en su contra que dos compañeros en los Heat vayan a estar casi seguro en Toronto (Wade es titular y Bosh, salvo sorpresa, debería ser suplente.

-Nicolas Batum (Charlotte Hornets. 15,1 puntos, 6,3 rebotes y 5,4 asistencias). Dejó atrás Portland y los problemas físicos y ha reaparecido en toda su magnitud en Charlotte. Un alero total que lo tiene difícil pero que también encaja en el tipo de jugador que gusta mucho a los entrenadores. En su mejor versión (no siempre aparece…) sí es un talento de nivel All Star.

-Kevin Love (Cleveland Cavaliers. 15,7 puntos, 11 rebotes y 2,4 asistencias). No tiene demasiadas opciones. Tres veces All Star en una trayectoria en la que tampoco en Cleveland está despejando las dudas que rodean a su capacidad competitiva (no a su incuestionable talento). En ausencia de Irving brilló pero le cuesta ser tercera espada en los Cavs. Eso sí, garantiza buenos números… siempre que no se crucen los Spurs o los Warriors en el camino.

CONFERENCIA OESTE

-Chris Paul (Los Angeles Clippers. 18,8 puntos, 3,8 rebotes y 9,6 asistencias). Que sea suplente solo se explica por el monstruoso nivel de Curry Westbrook. Uno de los mejores bases de su generación, ha dado un paso adelante tras la lesión de Blake Griffin al frente de unos Clippers que tratan de ser algo más que animadores en playoffs. Lo tienen difícil pero, por ahora, parece imposible que Paul se quede fuera del All Star (sería el noveno).

-James Harden (Houston Rockets. 27,6 puntos, 6 rebotes y 6,9 asistencias). Como Paul, en un millón de universos sería titular indiscutible en el All Star. Y eso a pesar de que no está ni mucho menos al nivel de la pasada temporada. Arrastrado por la enorme crisis que se ha abierto en los Rockets, tira peor y suma lagunas de liderazgo a sus habituales despistes en defensa. Pero si se habla de talento, es único. Tres veces All Star, la temporada pasada le discutió el MVP a Stephen Curry hasta casi la foto finish.

-Klay Thompson (Golden State Warriors. 20,6 puntos, 3,9 rebotes y 2,3 asistencias). Comenzó la temporada con problemas de espalda pero fue acelerando y ya es el jugador que fue la campaña pasada, una máquina de anotar que puede meter literalmente cualquier tiro y que debería representar junto a Curry y Green a estos inolvidables Warriors. Debutó como all star en 2015. En la presente temporada está en un 42% en triples. Letal.

-Damian Lillard (Portland Trail Blazers. 24,3 puntos, 4,4 rebotes y 7 asistencias). Con 25 años apunta a su tercer All Star. Un jugador bendecido que ya ha sido Rookie del Año y al que los Blazers dieron las llaves del castillo tras la marcha de LaMarcus Aldridge. Liviano pero con magia en cada movimiento, saca su mejor versión en finales apretados. Ahí es capaz de ganar partidos a base de enlazar tiros imposibles. Uno, dos, tres… los que sean. Una maravilla de jugador.

-Rajon Rondo (Sacramento Kings. 11,7 puntos, 6,4 rebotes, 11,7 asistencias). Vistos los nombres que le preceden, lo tiene más que crudo. Pero conviene destacar su reaparición en Sacramento tras su terrible paso por Dallas. Se ha entendido con Cousins y los Kings, de pronto, aspiran a jugar playoffs en un Oeste venido a menos en su clase media. En cualquier partido puede firmar un triple-doble con un puñado de asistencias asombrosas. Eso sí, no le pidas que meta tiros libres… Si hay sorpresa, sería su quinto All Star.

-Anthony Davis (New Orleans Pelicans. 23,4 puntos, 10,4 rebotes y 2,4 tapones). Ni él ha dado otra zancada como las que había sumado en veranos anteriores ni sus Pelicans, siempre con algún jugador importante en la enfermería, se han confirmado como alternativa de refresco en el Oeste. Le costó entenderse con un Alvin Gentry que empezó alejándole demasiado del aro. Dicho todo esto, es Anthony Davis, es un jugador descomunal, apenas tiene 22 años y va a jugar su tercer All Star.

-Draymond Green (Golden State Warriors, 14,5 puntos, 9,5 rebotes y 7,4 asistencias). No se concibe el All Star de Toronto sin un jugador que hace ya meses que dejó de ser la pócima secreta de los imparables Warriors y se convirtió en uno de los mejores jugadores de la NBA, desde luego de la presente temporada. Lleva 8 triple-dobles, más que nadie, y muchas veces sus brutales números ni siquiera hacen justicia a todo lo que hace en la pista. En ataque y en defensa. Jugador total, jugador imprescindible para entender a sus Warriors, uno de los mejores equipos de la historia.

-DeMarcus Cousins (Sacramento Kings. 26,1 puntos, 11,4 rebotes y 2,8 asistencias). Se estrenó como all star en 2015 y debería repetir. Con 25 años, poco queda ya del jugador de poca cabeza que lastraba con malas decisiones su talento. Y si hablamos de talento, es difícil imaginar un pívot mejor en la NBA actual. Hace cosas que parecen imposibles para un jugador de su tamaño y solo le queda pasar el examen de jugar al máximo nivel competitivo. En Sacramento o en otro sitio. El All Star echaría mucho de menos a Boogie si faltara.

-Blake Griffin (Los Angeles Clippers. 23,2 puntos, 8,7 rebotes y 5 asistencias). Lleva semanas lesionado pero a priori es otro fijo. Sería su sexto All Star consecutivo desde que debutó en 2011. Los que sigan diciendo que solo es físico es que le han visto jugar muy poco y la última vez, hace unos tres años. Cada vez más completo, cada vez con más rango ofensivo y más visión de juego. Le falta brillar en situaciones de máximo compromiso pero es una estrella. Con galones.

-LaMarcus Aldride (San Antonio Spurs. 15,9 puntos, 8,9 rebotes y 1,3 asistencias). No ha faltado a los últimos cuatro All Star y parece el spur con más opciones de acompañar a Kawhi Leonard. Popovich está manejando a las mil maravillas su adaptación a su nuevo rol y a su nuevo equipo tras una vida en los Blazers. Cada vez mejor numéricamente y por sensaciones, tiene muchas opciones porque estos Spurs, desde luego, merecen más de un representante.

-Dirk Nowitzki (Dallas Mavericks. 17,8 puntos, 6,9 rebotes y 1,9 asistencias). 37 años, 13 All Star a sus espaldas… ¿uno más? No lo tiene fácil pero ha frenado el declive físico que comenzó a acusar la pasada temporada. Y un poquito de Dirk es mucho. El mejor europeo de la historia de la NBA y sexto máximo anotador histórico de la liga. Una leyenda.

-Tim Duncan (San Antonio Spurs. 9 puntos, 7,7 rebotes y 3 asistencias). Es difícil meterle en las quinielas pero es un gustazo hacerlo. Y sigue siendo importantísimo con 39 años en un equipo (el único ahora mismo) con aspecto de poder plantar cara a los Warriors. Es mucho decir. Sencillamente, el mejor ala-pívot de la historia y un mito gigantesco. Si fuera a Toronto, daría todavía más brillo al All Star. Si como parece no va, no importa: ha jugado 15, sigue peleando por su sexto anillo y la sola mención de su nombre merece una ovación cerrada y en pie.

-Marc Gasol (Memphis Grizzlies. 16,7 puntos, 7,3 rebotes y 3,8 asistencias). Comenzó el curso como titular en el último All Star (el segundo para él), contrato de megaestrella y la consideración de mejor pívot de la NBA casi por consenso. De momento no ha estado a la altura aunque va subiendo nivel en las últimas semanas. Discreto para lo que se esperaba y metido de lleno en las dificultades de los Grizzlies para competir al estilo del último lustro, tiene muy, muy, muy difícil estar en Toronto. Pero tiene baloncesto para que el de 2015 no haya sido su último All Star. Eso seguro.

-Dwight Howard (Houston Rockets. 14,4 puntos, 12,1 rebotes y 1,6 tapones). Todavía deja algunos destellos del pívot dominante que cada vez le cuesta más ser. Y desde luego la situación de los Rockets, ahora mismo un desastre en movimiento hacia ninguna parte, no apoya su candidatura. Sigue siendo un gran pívot pero la sensación es que pierde terreno. Como su equipo.

-Gordon Hayward (Utah Jazz. 19,8 puntos, 5 rebotes y 3,5 asistencias). Otro que ronda el nivel de suplente All Star pero que tendrá que esperar otro año: no hay sitio para todos y sus Jazz (lesiones incluidas) tienen intermitencias que no aparecían en su tremendo final de la temporada pasada. Un alero muy completo y un líder que hace poco ruido. Con 25 años, seguramente será All Star. Pero seguramente no en 2016.

-DeAndre Jordan (Los Angeles Clippers. 11,7 puntos, 13,5 rebotes y 2,3 tapones). Una fuerza de la naturaleza sin apenas fundamentos técnicos, incapaz de meter tiros libres con algo de sostenibilidad y cuyas lagunas le convierten en un problema para los Clippers en los finales apretados de partidos de playoffs. Todo eso es tan cierto como que sin él seguramente su equipo no aspiraría a llegar lejos en esos mismos playoffs. Una bestia que deja mates imposibles y defiende más por cuerpo que por fundamentos.