Los Toronto Raptors vive un gran momento. Con el triunfo ante Miami Heat (101-81), la franquicia canadiense encadena su séptima victoria seguida. Su mejor marca desde 2002, cuando estableció su récord de nueve consecutivas. Es también el mejor registro en el banquillo de Dwane Casey, que podría dirigir al equipo del Este en el All Star de Toronto tras el despido de David Blatt en los Cavaliers, los líderes de la conferencia. Los Raptors marchan segundos (28-15).

Quien sí estará seguro en el All Star y como titular es su pupilo Kyle Lowry. Le ha sentado bien la noticia y ante los Heat, además de sumar 15 puntos y 6 asistencias, repartió besos. Al tratar de salvar un balón en el primer cuarto cayó sobre una mujer y cuando comprobó que no había sufrido ningún daño la besó en la frente. La aficionada local le respondió con una amplia sonrisa. Lowry batió a Kyrie Irving en las votaciones para el partido de las estrellas.

“Mantenemos nuestro principios y la compostura”, dijo luego Lowry preguntado por el buen juego de su equipo, en el que brilló DeMar DeRozan. Francotirador: 33 puntos con 4 de 5 en triples. El tercer partido consecutivo en el que anota más de 30 tantos. “No soy un Ray Allen, pero si tengo esos tiros los aprovecharé”. Buenas actuaciones también de Terrence Rose (13 puntos), Luis Scola (12) y Jonas Valanciunas (9 y 13 rebotes). En los Heat, sí jugó Dwayne Wade, muy tocado en un hombro y casi por una cuestión de orgullo: “No creo que pueda esperar a sentirme mucho mejor”. Él y Chris Bosh estuvieron muy solos. Agruparon 48 de los 81 de los Heat mientras su rival se iba a 101 con 13 de 25 en triples.