"Tenemos que mirarnos en el espejo y hacerlo mejor. Prepararnos. Aprender. Mirar los vídeos todos los días hasta que lo hagamos bien y minimizar los errores. Se puede decir todo lo que queramos. Tenemos que llevarlo a la pista. A veces no somos los suficientemente disciplinados. No me importan los tiros fallados. Me preocupan los errores defensivos y los colapsos". Pau Gasol se mostró así de contundente tras la derrota de los Bulls frente a los Miami Heat (84-89). Como ya pasó contra Wizards, Mavericks y Warriors, cayeron en Chicago. Es la cuarta derrota consecutiva en el United Center para Fred Hoiberg y los suyos. Mal asunto. Y más con Raptors, Hawks, Celtics y los propios Heat apretando. Además, en Cleveland se espera un paso más con la salida de Blatt y la llegada de Ty Lue. Mal momento para no afianzar tu hogar. Mal momento para no tapiar las ventanas, poner cadenas en las puertas y evitar que tus rivales se llevan la victoria.

"Esto es lo que somos. Somos capaces de grandes partidos y luego no mantener ese esfuerzo. Cuando se llega a eso, todos y cada uno de los que estamos aquí tienen que asumir la responsabilidad de lo que ocurre en la pista. Desde el primero al último, desde el entrenador al personal. Todo el mundo", continuó el internacional español que se fue desinflando con el paso de los minutos. Dio el do de pecho de una manera descomunal en el primer cuarto. Se convirtió en el primer jugador esta temporada en alcanzar el doble-doble (número 25 de la temporada) en el primer cuarto con 13 puntos y 10 rebotes. En los siguientes 36 minutos logró 6 tantos y 7 capturas más, para acabar con 19 y 17, respectivamente.

Su limitación a partir de ese momento afectó las opciones de los Bulls y aumentó, considerablemente, la de unos Heat donde Wade se mostró como "el infierno de jugador" que es, tal y como lo definió Butler, que no estuvo fino: 13 tantos (5/15 en el lanzamiento. El escolta acabó el duelo con otra exhibición ofensiva. Llegó a los 28 puntos y encabezó la reacción en el segundo cuarto con ocho puntos y dio la vuelta a un partido (47-49) que no vio participar a Rose tras el descanso por sus enésimos problemas físicos. Esta madrugada fue la parte baja de la espalda y los isquiotibiales de la pierna derecha. Había anotado dos canastas y ahí acabó su producción. "Es repetitivo", confesó un Gasol que vivió los dos dígitos en anotación de su compañero en la Selección por segundo partido consecutivo. Mirotic llegó a los 15, encabezando la producción del banquillo. 

La segunda parte fue un quiero y no puedo para la franquicia de Illinois. A la espera de Dunleavy (podría regresar en febrero tras superar los problemas de espalda), los Bulls deben contar tanto en ataque como en defensa (en muchos momentos del partido) con McDermott y Snell en su posición. Y ambos han decidido no acudir a los últimos duelos. Entre los dos alcanzaron los 13 puntos con un 5/21 en tiros de campo. Con esta rémora, y sin Rose, el equipo de Chicago sucumbió frente a Wade y Bosh (18) con sólo 3 asistencias en los últimos dos periodos, además de un 39,8% en tiros de campo. A pesar de ello, abrieron el segundo tiempo con un parcial 13-2 (60-51) y dejando a los de Spoelstra en sólo 12 tantos en el tercero (68-63). Pero todo cayó por su propio peso.

Con cinco minutos por jugarse, Deng empataba a 79 con un triple desde la esquina para desesperación de Gasol que levantaba los brazos en búsqueda de alguna explicación a todo lo que estaba pasando. El propio español (a 01:20) devolvía las tablas (84-84), pero un canastón de Wade sobre él con sólo 20 segundos por jugarse (84-88) dio la última estocada a estos Bulls tan bipolares que jugarán sus próximos siete partidos lejos de Illinois (seis en el Oeste): "Vamos a ver si jugamos 48 minutos con la intensidad adecuada", subrayó el último MVP del Eurobasket. Veremos si son capaces, la verdad.