Los shows de Gregg Popovich llevan años siendo habituales en la NBA. Sin embargo, el técnico siempre parece encontrar la forma de superarse a si mismo. Después de soltar varias perlas en el encuentro que midió a sus San Antonio Spurs con los Cleveland Cavaliers, el entrenador volvió ayer a la carga tras recibir una auténtica paliza en Oakland. 

Popovich, que aseguró antes del choque que tenía como "mariposas en el estómago", algo que no le ocurre demasiado después de tantos años en el banquillo, dejó tres frases para el recuerdo: una broma, una realidad y un ataque inesperado.

Lo primero que se le ocurrió al técnico fue soltar un "Casi ganamos", tal y como recogió Jeff McDonald (San Antonio Express News). Una frase que arrancó seguro un buen número de carcajadas. Lo siguiente fue un "Hombres contra niños", en referencia a lo que acababa de ocurrir en la cancha. Y todavía faltaba el 'ataque' a los Cavaliers y a LeBron James.

El dardo

Con el despido de David Blatt todavía reciente y de actualidad en la liga, Popovich terminó diciendo lo siguiente: "Estoy contento (aliviado) de que mi General Manager no haya estado en el vestuario. Me podrían haber despedido". Palabras que suenan como un 'ataque' directo a los eventos ocurridos en Cleveland en los últimos días y, en especial, a LeBron James (El 'GM encubierto').