"Buuu", gritaban más de 18.000 gargantas cuando fue presentado James Harden. Y es que siempre que La Barba visita el Chesapeake Energy Arena de Oklahoma City para enfrentarse a su exequipo hay que tener, al menos, un ojo en el partido. Los Thunder, que está tan en racha como el que más (10-1 en los últimos 11 partidos, al nivel de Spurs y Raptors, los mejores en ese periodo), aprovecharon la expulsión de Dwight Howard en el tercer cuarto para remontar un partido en el que los Rockets salieron con las pilas puestas y listos para dar la sorpresa. Russell Westbrook se fue hasta los 26 puntos y añadió 10 rebotes y 14 asistencias (8 pérdidas) para sumar su sexto triple-doble de la temporada, el números 17 que logra desde el comienzo de la pasada campaña y el 25 de su carrera profesional. Las otras dos superestrellas, Harden y Kevin Durant, mantuvieron un duelo de grandes anotadores que acabó en tablas: 33 para cada uno.

33 son también los partidos consecutivos que lleva el '35' de los Thunder sin bajar de la veintena de puntos (ayer añadió 12 rebotes), una cifra impresionante que remarca el nivel y la regularidad del alero este curso. Un mate suyo puso a los locales cuatro arriba en el tercer cuarto después de que Kyle Singler, protagonista del momento tenso que le costó la primera de las dos técnicas a Howard, consiguiera sumar la primera ventaja para los de Billy Donovan. Los visitantes llegaron a dominar el encuentro por 12 puntos de diferencia en el segundo periodo, pero la expulsión de su center titular dio alas a un Enes Kanter que aportó 20 de sus 22 puntos (10 capturas) con Superman ya en los vestuarios.

El partido fue intenso (KD defendiendo a Harden a segundos del final y con su equipo ocho arriba como si de la Final de la NBA se tratara), con alternativas y hasta 50 faltas personales que resultaron en 73 tiros libres. Los Rockets lo tuvieron ahí, pero Westbrook anotó 22 de sus 26 en la primera mitad para mantener cerca a los suyos. Después, la expulsión de Howard y el poco acierto de los tejanos desde lejos hizo el resto. Los de Bickerstaff solo pudieron encontrar la red en 9 de sus 39 intentos desde la línea de tres puntos (23%) y, además, fallaron 16 tiros libres (Howard falló 11 antes de irse) por los cuatro que erraron los locales.

El resumen no es del todo negativo para Harden y compañía, si se mira por el lado bueno, claro: tiraron mucho peor que sus rivales, perdieron ostensiblemente (57-40) la batalla del rebote, asistieron menos (les salvan las pocas pérdidas: 12 por 19 de OKC) y, aun así, estuvieron relativamente cerca de uno de los tres mejores equipos de la competición en estos momentos (por récord y sensaciones). A seguir trabajando.