Unicaja ganó al Baloncesto Sevilla el derbi andaluz en un mal partido donde los dos equipos mostraron que no se encuentran en su mejor momento. Los desaciertos sobrepasaron a las virtudes. 18-19 en un primer cuarto sin historia. Dos inspirados momentos de Kuzminskas, lastrado por la gripe y la irregularidad, sellaron la primera mitad con un 39-31 sin historia.

El parcial del tercer cuarto en siete minutos era 4-7. De 39-31 a 43-38. Minutos de horror y despropósito. Errores y nula tensión. Oriola pone el 43-40 respondido por un 2+1 del tosco Cooley. Hakanson, que debutó tras sellarse su cesión desde el Barcelona, mete un triple respondido por el discutido Nedovic (50-43). Rebote de Cooley y Nedovic, con ganas de pedir sitio pone un 52-43 que provoca un tiempo muerto de Luis Casimiro. Se llega al minuto 30 con 52-45. El Sevilla echó de menos a Nachbar que no anotó un solo punto.

El tramo final mantuvo sus balances de mediocridad. Frialdad y mal juego Unicaja se puso 58-47 máxima diferencia. Sevilla no asustaba. Y eso que Unicaja no estaba (ni está bien). Dos triples y canasta de Bamforth, el mejor de los de Casimiro, uno de Alfonso Sánchez y bandeja de Balvin. 61-62. Parcial de 3-14. Sin esfuerzo Sevilla se mete y Plaza pide tiempo. Quedan cinco minutos. Parcial de 5-0 gracias a Vázquez y un oportuno triple de Alberto Díaz, el más destacado de los suyos precedido de una errónea personal en ataque de Balvin. (66-62 minuto 37).

Banforth y Alfonso Sánchez, referencias sevillanas, ponen el 66-66. Pero los visitantes
no aprovechan su ataque ganador y Jamar Smith, aquejado aún de su proceso de asma, mete un triple ganador (69-66). Fueron sus tres únicos puntos pero decisivos. Hakanson falló su tiro de réplica. Rebote que coge Dani Díez. Unicaja ganó porque falló menos que Baloncesto Sevilla. Pero ninguno está bien.