BLAZERS 96 - TIMBERWOLVES 93

Ricky Rubio (15+9) despierta y mete miedo en Oregón, pero...

El español, esta vez muy acertado en el tiro (6/7), lideró el desesperado intento de remontada de unos Wolves que sólo han ganado 3 de sus últimos 22 partidos.

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Los Timberwolves encajaron su cuarta derrota consecutiva en Portland ante los Blazers (96-93). Los de Oregón, liderados por Lillard, McCollum y Meyes Leonard, se mantienen con esta victoria (la cuarta seguida) cerrando la zona de Playoffs en el Oeste. Fue un partido con altibajos por parte de ambos equipos. Minnesota, con un Ricky Rubio enchufado, salió mejor y logró una renta de 8 puntos (13-21) en los nueve primeros minutos. A partir de ahí, los locales se hicieron con el control del marcador, si bien no lograron despegarse hasta el último cuarto con un parcial de 18-6 que hacía saltar el marcador del empate a 72 tras triple de Karl-Anthony Towns (21+13 para firmar su 25º doble-doble como profesional) a dejarlo en un 90-78 que se antojaba prácticamente definitivo a menos de tres minutos para el final. Sin embargo, los Wolves no dieron su brazo a torcer y gracias a la inspiración de LaVine y a un Ricky (15 puntos, 9 asistencias, 4 rebotes y 4 robos de balón) que recuperó la puntería llegaron a soñar con el triunfo. Entre ambos metieron el miedo en el cuerpo en Oregón. Aunque, eso sí, sólo fue un susto.

En parte no culminaron porque Andrew Wiggins jugó un muy mal partido an ataque. El canadiense acabó con 15 tantos en su casillero... y un escandaloso 3/18 en tiros de campo. Por si fuera poco, puso la guinda a su mala noche con una pérdida en la conducción de balón a 1:32 para el final pero, sobre todo, con un air ball tras triple cuando faltaban 6 segundos para la conclusión y el electrónico del Moda Center marcaba el 94-90. Tras el error de su compañero, Ricky lamentó no haber mirado el aro para dejar la bandeja en vez de asistir a la esquina. Una jugada que siguió comentando con Sam Mitchell mientras Lillard (21 y 8 asistencias) sentenciaba definitivamente el encuentro desde la línea de personal. Los 96 puntos conseguidos suponen la menor anotación que Portland ha necesitado para conseguir un triunfo esta temporada. Su récord es ahora de 3-16 cuando no llega a los 100. Un dato que no deja en muy buen lugar a la franquicia visitante.

Los Wolves, en picado

Pese a ese arrebato final de furia y no bajar los brazos hasta el último segundo, la situación en Minnesota empieza a resultar difícil de sostener: han ganado 3 de sus últimos 22 partidos. Es cierto que se trata de un grupo muy joven e inexperto que, horas antes de arrancar la temporada, recibió la peor de las noticias: el fallecimiento de Flip Saunders, su entrenador. Desde entonces, su ayudante Sam Mitchell asumió el cargo de forma interina. Quizá sea la última bala para reconducir una carrera que, tras ganar el premio a Entrenador del Año, acabó desembocando en su despido en unos Raptors que no consiguieron dar ese paso más allá. Por lo visto hasta ahora en Minneapolis, lleva camino de repetir los mismos errores. Ya sin nada en juego, debería dar mayor protagonismo a los jóvenes. Sirva de ejemplo su gestión de los minutos esta última madrugada. Tayshaun Prince jugó más de media hora mientras que Muhammad no llegó a los 13 minutos sobre el parqué. El también veterano Andre Miller superó la docena a la par que Tyus Jones (número 24 del pasado draft) ni siquiera disputaba un segundo. También debería hacer que coincidieran más en cancha Ricky y LaVine. Este último se encuentra más cómodo con una base que le surta de balones. Lo ocurrido esta noche en los últimos minutos es un buen ejemplo.

Ricky recupera la confianza

Tras una nefasta racha en el lanzamiento (acumulaba un 6/35 en tiros de campo a lo largo de los cinco últimos partidos), Ricky por fin puede presumir de una buena noche de cara al aro (el 2/5 en tiros libres quizá fuera su única cruz). En los últimos dos minutos y medio anotó 7 puntos sin fallo con dos lanzamientos de media distancia y un triple (el primero que anota en 12 días) que establecía el 90-92 con 15 segundos aún por jugarse. Llamó la atención su decisión cuando todo parecía perdido, llegando a parecerse al Rubio del primer encuentro del curso ante los Lakers en el Staples. Lo Wolves necesiten que logre recuperar la confianza y se muestre mucho más regular.

Towns, a por el ROY

Por su parte, Towns (junto a un buen Dieng) volvió a ser el encargado de sostener a los suyos en muchos momentos. Firmó su 13º partido de al menos 20 puntos y 10 rebotes. Entre los novatos, le siguen Porzingis y Okafor, con 6 por cabeza. En medio de la gris temporada de los lobos, el center dominicano sigue brillando con luz propia y ya son muchos los que le sitúan como el principal candidato a llevarse el Rookie del Año: "Probablemente sea el primero en la carrera", concedió Terry Stotts, entrenador de Portland. Pero él cambiaría estos dobles-dobles por victorias. "Es bueno ser el primero entre los novatos, pero preferiría serlo con más victorias. No estoy muy feliz con ello. Intento hacer todo lo que pueda para ayudar a mi equipo a ganar", concluyó.