Andrew Wiggins, autor de 31 puntos con otra buena serie en el tiro (12/21), puede irse con la cabeza bien alta tras su paso por Los Ángeles. Volvió a ser el mejor de los Wolves y, esta vez sí, pudo celebrar ante los Clippers un triunfo (102-108) de su equipo tras cinco derrotas consecutivas (la última, la madrugada anterior ante los Lakers del mejor Kobe Bryant en mucho tiempo). Sin embargo, quien acabó decantando el encuentro del lado visitante fue Ricky Rubio (8 tantos, 5 rebotes, 7 asistencias y 5 robos de balón). Fue de menos a más y con empate a 98 en un marcador que había entrado ya en el último minuto de juego convirtió 4 tiros libres de 5 (provocando una discutible pero justa técnica de Chris Paul) y repartió dos pases de canasta a Wiggins y Towns (17-12 en su 26º doble-doble como profesional: entre Porzingis y Okafor suman 25). De esta manera, Minnesota consiguió poner fin a la que ya ha dejado de ser la peor racha de una franquicia ante otra: hasta esta madrugada acumalaba 14 derrotas consecutivas ante los Clippers.

Los de Doc Rivers, inferiores a los lobos, se quedan sin encadenar su quinto triunfo seguido y pierden la estela de unos Thunder al alza. Ni Chris Paul (22 y 8 aistencias), DeAndre Jordan (18-15) y Jamal Crawford (21) evitaron la sorpresa en el Staples.