SEVILLA 85 - FUENLABRADA 78

Bamforth pone fin a la mala racha del Baloncesto Sevilla

El escolta anotó 19 puntos y su exhibición en los últimos minutos tumbó al Montakit Fuenlabrada. Los 22 puntos de Paunic fueron insuficientes.

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ACB

El Baloncesto Sevilla puso el cierre a su mala racha de seis derrotas consecutivas venciendo al Fuenlabrada con sufrimiento en San Pablo. Una exhibición de Bamforth, que anotó 19 puntos, capturó seis rebotes y dio cinco asistencias, tumbó a los madrileños, que se agarraron siempre al acierto de Paunic y las apariciones de Popovic. Las pinceladas de talento de Hakanson también ilusionan a la parroquia sevillana.

Las necesidades tomaron San Pablo en los primeros minutos. Tembló el cuadro local, acuciado por los nervios, ante un Fuenlabrada que no tardó en entregar su carta de presentación con una intensidad intensamente superior: un 2-12 en tres minutos de juego ponía el duelo de lado madrileño en un arranque sin igualdad. Mucho tendrá que trabajar Casimiro para transformar las grandes ausencias de juego que su equipo sufre en algunos tramos. Le costó reaccionar al conjunto sevillano, que tras encajar 22 puntos en siete minutos, un lastre escandaloso, pudo meterse en la partida gracias al acierto de Balvin, única respuesta posible.

El segundo cuarto cambió la película. Paunic siguió siendo incontrolable, pero un parcial de 14-0 liderado por anotaciones de Oriola y acciones de Hakanson cambiaron el signo del duelo. El Fuenlabrada puso mucho de su parte para resucitar a los hispalenses: erró casi todo desde los tiros libres y también en sus lanzamientos de tres. San Pablo volvía a sonreír de manera momentánea en un descanso con ventaja sevillana (42-36).

Pero este Baloncesto Sevilla nunca se agarra a la regularidad. El tercer cuarto expuso más potencial del Fuenlabrada y los locales volvieron a arrugarse. Nadie detuvo a Paunic y también Popovic entró en escena para igualar la contienda ante un Baloncesto Sevilla sin ideas. Pero esta vez hubo líderes sobre la pista. Hakanson amenaza con serlo: en su puesta en escena en San Pablo no eludió responsabilidad pese a estar desacertado en el tiro (1 de 7 en triples). Dio lecciones de pases a sus compañeros y posibilitó que Nachbar y Bamforth estuvieran más liberados. El primero tuvo una mañana para el olvido. El segundo se agigantó ante el abismo.

Con diez puntos por delante encaró el Baloncesto Sevilla el último cuarto. Hasta entonces Oriola había conseguido destrozar el aro rival en contragolpes de vértigo y Fuenlabrada se vio obligado a una reacción que llegó: pero con las tablas en el luminoso apareció el hombre del partido. Bamforth anotó dos triples consecutivos que dejaron sin aire a su adversario. Con él sobre la pista, Casimiro puede respirar. Fuenlabrada fue su víctima. Y la sonrisa de los locales se iluminó tras seis derrotas consecutivas.