El 20 de enero los Knicks ganaron a los Jazz y llegaron al 50% de victorias (22-22). Desde entonces, y en su línea frustrante de las últimas temporadas, nada ha ido como debería en la Gran Manzana. Nueve derrotas en diez partidos (23-31) con el único triunfo ante los desahuciados Suns. Y los playoffs que se difuminan en el horizonte, ahora mismo a más de cinco partidos para un equipo que no adquiere consistencia ni con Carmelo Anthony (que jugó con sus problemas físicos a rastras) ni sin él.

Ante unos Nuggets que siguen siendo ese equipo extraño que puede ganar casi cualquier partido y perder casi cualquier partido, los Knicks (96-101) hicieron mucho de lo bueno y casi todo lo malo. Se vieron 18 abajo en el segundo cuarto (33-51) y remontaron a pesar de que Carmelo hizo la cuarta falta demasiado pronto. Porzingis (21 puntos, 13 rebotes) y una batería de triples de la línea exterior empataron el partido. A la última igualada (88-88 a falta de seis minutos) le siguieron los puntos de Gallinari y Mudiay, el rookie que pudo jugar en el Madison, y el pulso en los tiros libres de Will Barton ante un rival que ya no metía los triples y que no jugó bien demasiados de sus últimos ataques.

Calderón terminó con 15 puntos, 6 rebotes y 3 asistencias, Afflalo anotó 15 puntos y Carmelo se fue a 21 con 6 rebotes y 7 asistencias. En los Nuggetes, 15 puntos y 9 asistencias de Mudiay, 19 puntos de Gallinari y otro partido notable de dos de las sensaciones de la temporada, el rookie Nikola Jokic (13 puntos, 6 rebotes) y Will Barton, que sigue aspirando tanto al premio de Mejor Sexto Hombre como al de Jugador Más Mejorado: 19 puntos, 11 rebotes y 5 asistencias.