Partido entre dos viejos conocidos en South Florida. Spurs y Heat, que se repartieron las Finales de 2013 y 2014, se vieron las caras en el American Airlines Arena de Miami, y los visitantes salieron victoriosos gracias a una jugada de siete puntos. "Raro. Es la NBA, todo es posible", comentó LaMarcus Aldridge, jugador de la semana en el Oeste y autor de 28 puntos (10-16 en tiros).

Con los Heat en plena remontada (a siete), pese al gran nivel de juego que desplegaron los de Popovich en la segunda mitad, Patty Mills anotó desde el triple mientras Udrih le hacía falta (3+1) y Whiteside le propinó un codazo en el rostro a Boban Marjanovic, esperando al resultado del tiro libre (tiro libre+posesión). El rookie de los Spurs anotó desde la personal y Kawhi Leonard (23 tantos) no falló cuando el balón pasó por sus manos: +14 y partido casi sentenciado.

"Ya hemos hablado con él de este tipo de cosas. Es decepcionante. No es una jugada de baloncesto", dijo Spoeltra sobre la acción de su pívot. "Tenga las consecuencias que tenta, tendrá que afrontarlas", añadió Dwyane Wade (20 puntos, 9-12 en tiros).

Con el triunfo, los Spurs (44-8) siguen en posición de batir el mejor récord de la historia de la franquicia (63-19). Y ya está en marcha su famoso Rodeo Trip: no vuelven a jugar en casa hasta el 2 de marzo. En Miami disputaron el primero de siete duelos seguidos a domicilio.