A Valencia Basket se le escapó la posibilidad de pelear por otro título en sólo dos semanas. Sólo ha perdido cinco partidos desde que empezó la temporada. El resto victorias. Pero esas derrotas han sido tan mal elegidas que Eurocopa y Copa del Rey han saltado por los aires. Segundo palo consecutivo en dos semanas. La tarde comenzó bien. La derrota del Barcelona ante Dominion Bilbao ponía la final a tiro. Y además, los taronjas comenzaron bien en defensa y aceptables en ataque, lo que le hacía coger las primeras ventajas. Pero incomprensiblemente un parcial de 21-0 para Gran Canaria, en el segundo cuarto, lo cambió todo. Valencia se levantó de ese primer golpe sí. Pero eso en vez de darles confianza, les generó más dudas.

 A muchos se les encogió la mano. Lamentable el porcentaje de tiros del jugador franquicia, Justin Hamilton. Todos se la daban a San Emeterio. Este no se escondió pero los canarios, comandados por un gran Oliver, olieron el miedo. Y cerraron al vallisoletano con dobles ayudas, en los momentos clave. Así todo tuvo Diot el triple para empatar, a tres segundos del final. Pero el lanzamiento del francés, solo, casi no toca ni el aro. El palo es duro, tanto o más que el de la Eurocopa, pero toca levantarse y centrarse en la Liga Endesa, donde el Valencia sigue líder destacado. Ahí solo ha tenido un borrón, en una cancha donde se puede perder. Quedan diez días para hacer examen de conciencia y reflexionar antes de que el Madrid visite la Fonteta.