GRIZZLIES 108-WOLVES 114

Los Wolves de Ricky (15+11) sacan tajada en Memphis

Plagados de bajas, los Grizzlies consiguen llegar a cuatro puntos a los últimos instantes, pero decidió Towns. Ricky, en los últimos tres partidos: 13,6 puntos y 13,3 asistencias.

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En sus últimos tres partidos fuera de casa, y con una derrota ante los Suns en medio, los Wolves han ganado a dos equipos que estarán en los playoffs del Oeste: primero a los Thunder en el partido del triple final de Ricky Rubio, la pasada noche a los Grizzlies, con truco. Porque estos Grizzlies son una desgracia andante que juegan casi sin rastro de su quinteto tipo, sin su big-three (Marc Gasol, Mike Conley y Zach Randolph) y con una rotación en la que entra quien puede jugar. Literalmente. Los Grizzlies venían de perder en Atlanta y en Houston por 49 y se vieron 25-42 al final del primer cuarto, con los Wolves anotando el 67% de sus tiros. Siempre a remolque, consiguieron llegar hasta un 104-108 a 72 segundos del final y antes de que cuatro puntos seguidos de Towns cerraran el partido: 108-114.

El caso es que los Grizzlies entrarán en playoffs… a priori. Tienen una ventaja que, con lo que queda, debería ser más que suficiente (6 partidos y medio sobre los Jazz) a pesar de que en su actual estado de coma inducido ningún partido se puede dar por ganado. En un año en el que nada ha ido como debería, y a la espera de ver qué hace Conley el próximo verano, el equipo de Tennessee al menos le está poniendo orgullo: 70-40 en puntos en la pintura y 51-33 en rebotes. A partir de ahí, le toca intentar competir con 21 tiros de Barnes (14 puntos), 17 de Jamychal Green (18 puntos), 18 de Lance Stephenson (24 puntos, 11 rebotes, 7 asistencias)… y así lo normal es que pierda. Solo con que vuelvan Randolph y Vince Carter, los que más opciones tienen de hacerlo a corto plazo, los de Joerger tendrán algún argumento más. Algo.

Los Wolves se llevaron el partido y suman 22 triunfos (22-46), menos de los que desde luego esperaban pero seis más que la temporada pasada. Es un equipo raro que en los citados tres partidos fuera (dos victorias) ha perdido el rebote 54-37, 57-36 y 51-33. A cambio, tiene a Ricky Rubio en una media en ese tramo de 13,6 puntos, 4,6 rebotes, 13,3 asistencias y 2,6 robos (esta vez 15+3+11+1). Towns anotó 18 puntos y capturó 10 rebotes, ya indiscutible rey de los rookies tras el progresivo (y comprensible) descenso de Porzingis, y Zach Lavine terminó con 28 puntos y un brillante 6/10 en triples. Otro de esos jugadores que, si alcanza la versión que podría llegar a alcanzar, daría una dimensión nueva a unos Wolves que siguen esperando al futuro, como han estado haciendo durante demasiados años.