Ay, Chicago: los Pistons no aflojan, suman cinco triunfos seguidos y aventajan en dos partidos a los Bulls, con un duelo pendiente entre ambos (en Chicago) que daría además la ventaja en los desempates a los de Van Gundy. Con tan poco margen (nueve partidos restan a unos, once a los otros: 39-34 por 36-35) y ante la incapacidad patológica de los Bulls de acumular victorias a un ritmo alto, esos dos partidos son un buen trecho. A los Pistons les queda un calendario muy complicado, pero…

Además, Indiana sigue ahí (38-33) y los Wizards se están yendo (35-37), así que la batalla adquiere el formato de tres por das plazas. Ante los Hornets (112-105) los Pistons mostraron necesidad… y talento. Tras su mejor primer tiempo anotador de la temporada (72-56 tras haber tenido ventajas de 22 puntos), llegaron a tener un +26 en el último cuarto (104-78) que se convirtió en la recta final en un 108-103 tras parcial de 4-25. No hubo vuelco final y los Pistons ganaron con, palabra de Van Gundy, Andre Drummond como mejor jugador.

El pívot, que no jugó en el último parcial, sumó 18 puntos, 14 rebotes y 3 tapones, este último dato excelente, un buen síntoma en el que estirón que necesita pegar como protector del aro para ser un pívot absolutamente dominador. Además, suma 60 doble-dobles en la temporada, galardón que será suyo de calle (le siguen Westbrook con 48 y Cousins con 45). Marcus Morris anotó 19 de sus 20 puntos en esa brillante primera parte, en la que Kemba Walker sumó 25 de sus 29 totales. Reggie Jackson, por su parte, terminó con 17 puntos, 6 rebotes y 7 asistencias.