Los Wolves se han propuesto acabar la temporada con la mayor dignidad posible, sin buscar derrotas con el infame y a la vez famoso tanking, y enseñándole a sus aficionados lo que puede ser un futuro mejor. Desde que se enfrentaron y perdieron contra los Spurs el 9 de marzo, han ganado cinco de los últimos nueve partidos con actuaciones brillantes de sus jóvenes estrellas.  Empezando por un Ricky Rubio que atraviesa por su mejor momento del curso, aunque ya no sirva para alcanzar ningún objetivo en la clasificación del Oeste. El español promedia un doble-doble en estos nueve encuentros: 15 puntos y 10,3 asistencias, acompañados por 4,8 rebotes y 2,7 recuperaciones.

Ante los Suns, otro equipo ya eliminado, Ricky se acercó de nuevo al triple-doble (17 tantos, 7 capturas y 11 pases de canasta). Fue de lo mejor de un duelo en el que brillaron especialmente sus compañeros Karl-Anthony Towns (27 puntos y 10 rebotes), Andrew Wiggins (32) y Zach LaVine (15). Entre los cuatro, con la aportación de Gorgui Dieng (11 y 9 rechaces), pudieron con la exhibición anotadora de Devin Booker y Brandon Knight (30 tantos cada uno). Con ellos, más el exbaskonista Mirza Teletovic (19) y Alex Len (14), Phoenix ofreció un buen espectáculo y peleó con voluntad por una victoria intrascendente. De hecho, a 2:55 del final y tras triple de Booker, el equipo de Arizona remontaba 20 puntos de desventaja (99-79 al final del tercer cuarto) para ponerse por delante: 110-112. Pero Ricky contestó desde el arco y Minnesota ya no perdió la delantera en el marcador. El de El Masnou cerró la victoria de los suyos con dos tiros libres.

"Estamos en un proceso que debe llevarnos hasta la próxima temporada. Nos gustaría que esto no parase y jugamos duro por una razón: estamos construyendo algo", dijo Wiggins tras el partido. Es el camino que debería llevar a los Wolves a los Playoffs el próximo curso.