"Entendemos que hay que rendir cuentas. Somos responsables de lo que este equipo ha hecho este año. Lo aceptamos". Con estas palabras, John Paxson, vicepresidente de operaciones de los Chicago Bulls, asumió su parte de culpa en la desastrosa campaña de la franquicia de Illinois. Fuera de playoffs tras siete seguidos, los Bulls pusieron punto final al curso frente a los Sixers (115-105), y ahora toca buscar responsabilidades y reformar la casa, de los cimientos al techo. Esto significa salidas desde los despachos y en la plantilla, con la duda de confirmar o no en Hoiberg.

Lo que si está claro es que Chicago lo tenía todo para tratar de reinar en el Este y lo desaprovechó con una segunda mitad de temporada horrible. Pocos se salvan. En verdad, nadie se salva porque nadie ha mantenido una regularidad, ni la responsabilidad necesaria para agarrar el toro por los cuernos y salvar al equipo. Contra los Sixers, Mirotic realizó un buen partido (uno de los tantos que ha hecho sin regularidad) y acabó con 32 puntos y 7/11 desde la línea de tres puntos. Por su parte, Butler, al que muchos señalan su divismo estrenado este año, logró un triple-doble con 10 tantos, 10 asistencias y 12 rebotes. La franquicia de Philadelphia finaliza con sólo 10 victorias, pero ya sin Sam Hinkie. Veremos que depara el futuro a ambos equipos.