NBA

Los Bulls de Gasol, al frente del top-5 de decepciones del año

Terminó la Regular Season y unos cuantos equipos, y no solo los que no están en playoffs, han dejado una sensación de enorme decepción. Ninguno tanto como Chicago Bulls.

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Los Bulls de Gasol, al frente del top-5 de decepciones del año

Terminó una nueva Regular Season que ha dejado el récord de récords de Golden State Warriors (73-9), otra temporada prodigiosa de los Spurs de Popovich, unos meses en cuarentena para unos Cavaliers que se juegan la nota en los playoffs tras una temporada de sensaciones confusas, las excelentes sorpresas de equipos como Portland Trail Blazers y Detroit Pistons… y unas cuantas decepciones sonadas. Por aspiraciones iniciales, por ruido mediático, por posibilidades del proyecto… estos son los cinco equipos que más han fallado con respecto a las aspiraciones que tenían y a las previsiones que les imaginábamos:

1. CHICAGO BULLS: 42-40, 50-32 la temporada anterior (-8)

La madre de todos los desastres. La llegada de Fred Hoiberg para ventilar la casa tras el extraño final de Tom Thibodeau ha sido, al menos en su primera temporada, un absoluto fiasco. Nada de lo que Hoibert (43 años todavía) había enseñado en Iowa State fructificó en Chicago y los Bulls se han quedado sin playoffs por primera vez desde 2008. Sin sentido de juego, sin perfil colectivo y muchas noches con menos corazón del necesario, no ha aparecido la mayor alegría y el ataque más abierto y productivo que prometía el cambio de técnico. A cambio, sí desaparecieron muchas de las bases defensivas de Thibodeau. Y ahora llega un verano muy movido: Pau Gasol probablemente se irá, Joakim Noah probablemente se quede, Jimmy Butler probablemente no pueda/deba seguir trabajando con Hoiberg (¿o con Derrick Rose…?) y los jóvenes que eran una de las wild card de la franquicia (Mirotic y McDermott al frente) no han dado señales de paso adelante. Así, un equipo que se debería haber movido entre la zona templada del Este y (en un caso casi de cuento de hadas) el aspirante legítimo a hacer grandes cosas, se ha visto fuera de los playoffs, con una imagen penosa y balance negativo en anotación (reciben más de lo que producen) y ratings ofensivo/defensivo. Horrendo.

2. HOUSTON ROCKETS: 41-41, 56-26 la temporada anterior (-15)

Hay cierto peligro en poner tan arriba a un equipo que todavía podría enmendarlo todo en playoffs… pero claro, Houston Rockets juegan en primera ronda contra Golden State Warriors. Los Rockets fueron finalistas del Oeste la temporada pasada (aunque seguramente no eran el segundo mejor equipo del Oeste, pero esa es otra cuestión) y ahora se han metido en las eliminatorias en la última jornada y por errores de otros. El proyecto Daryl Morey, una luna de miel para el general manager en los últimos años, ha tocado hueso esta vez: en busca de una tercera estrella que no llegó pero que parecía siempre a punto (nadie tan cerca como Chris Bosh), lo fió todo a Ty Lawson, que pasó como un alma en pena y ya está en Indiana. JB Bickerstaff se ha convertido en un interino perenne tras la salida de McHale y la franquicia vendió a precio casi de saldo, y sin suerte, a Dwight Howard antes del cierre de mercado. Desde luego los Rockets no solo no han dado el paso definitivo para aspirar al anillo sino que se han venido debajo de forma dramática. Una vez más una de las peores defensas de la NBA y un equipo fiado a ver cuánta guerra pueden darle a los Warriors. No es un buen panorama…

3. WASHINGTON WIZARDS: 41-41, antes 46-36 (-5)

Sus dos últimas temporadas habían terminado en semifinales del Este tras ganar 44 y 46 partidos y esta parecía que podía ser la del despegue definitivo dentro de un Este en el que se buscaban aspirantes a aspirante, valientes que se pusieran de verdad en el camino de los Cavaliers de LeBron James. Alargando demasiado la era Randy Wittman, un entrenador que se irá ahora pero que se tenía que haber ido antes, los Wizards se han estancando en un viaje a ninguna parte durante una temporada frustrante: cada vez que parecía que enderezaban el rumbo, derrotas incomprensibles y malas noticias. La peor, que Bradley Beal se ha vuelto a perder demasiados partidos (27) o, lo que es más peligroso, ha parecido no estar sano en demasiados de los que ha jugado. El escolta será agente libre restringido y los Wizards tienen que tomar en torno a él una decisión peliaguda. En su mejor versión (sano…) tiene potencial para ser uno de los grandes escoltas de la NBA. Pero… El juego interior sigue buscando nuevas soluciones y mientras, John Wall verá los playoffs por televisión. Y muy enfadado. Se trataba de volver a playoffs, de competir de verdad… y de vender a Kevin Durant el regreso a casa y a un equipo de verdadero potencial. Y los Wizards no han hecho nada de eso.

4. MILWAUKEE BUCKS: 33-49, 41-41 la temporada pasada (-8)

Tras un sonado regreso a playoffs, con un equipo joven y lleno de potencial y la llegada de Greg Monroe, un codiciado agente libre que elegía Milwaukee: extraña y excelente noticia, los Bucks afrontaban una temporada muy ilusionante que ha acabado siendo francamente mediocre… aunque, vuelven al punto de origen, el espectacular final de Antetokounmpo y el progreso de Jabari Parker invitan a pensar que la cosas tendrán que ir a la fuerza bien en Wisconsin. Pero es que en una NBA tan basada en el tiro, nadie mete menos triples que ellos (440, solo 38 más que Stephen Curry). Su ataque no ha vuelto a ser el mismo desde que Brandon Knight se fue para hacer sitio a Carter-Williams. Monroe no arregló nada de eso y ayudó a estropear una defensa que ha pasado de ser una de las mejores de la NBA a primordialmente un desastre (de octava a vigésimo tercera en rating). Ya hay quien cuestiona a Jason Kidd y la sensación es claramente de año perdido en un equipo al que todos teníamos muchas ganas de ver el pasado noviembre...  y las volveremos a tener el próximo.

5. NEW ORLEANS PELICANS: 30-52, 45-37 la anterior (-15)

Alvin Gentry salió de los Warriors campeones para revolucionar a unos Pelicans que se metieron en los playoffs 2015 y que querían instalarse como alternativa joven en un Oeste poderosísimo. Pues bien: ni el Oeste ha sido tan poderoso ni los Pelicans han sido alternativa ni nada. Han terminado con todos los principales lesionados, un mal endémico en las últimas temporadas que empieza a ser más problema a resolver que coartada a esgrimir, y desde luego Gentry pareció perdido incluso en el arranque y antes de que todo se fuera al traste, tratando de reajustar el juego de un Anthony Davis que (también perseguido por los problemas físicos) por primera vez no ha dado un paso de gigante entre el inicio y el final de una temporada. De pensar en playoffs a ser el sexto peor equipo de la temporada hay mucho trecho. Demasiado. Y más si el general manager Dell Demps lleva un par de meses filtrando que quizá no acertó en su apuesta por Gentry…

MENCIONES ESPECIALES

-UTAH JAZZ: (dos victorias más: de 40-42 a 38-44). Querían que este fuera el año del regreso a playoffs y no lo ha sido ni un Oeste más débil ni teniéndolo en la mano en la última semana. Un equipo en crecimiento… pero que no ha dado el estirón esperado en esta temporada.

-MEMPHIS GRIZZLIES (trece victorias menos: de 55-27 a 42-40). Como han acabado todos lesionados y aún así la marea les ha llevado hasta los playoffs, se nos olvida que en el arranque de temporada los Grizzlies ya eran una decepción mayúscula, nada que ver con el equipo que llevaba años dándole vueltas a cómo ser aspirante de verdad al anillo. El contrato de Conley y la edad de Randolph plantean en Tennessee esas tan temidas tres palabras: fin de ciclo.

-NEW YORK KNICKS (quince victorias más: de 17-65 a 32-50). Han ganado quince partidos más… pero han vuelto a terminar con sensación de que no se sabe hacia dónde se va ni cómo se va a ir. Carmelo Anthony sigue allí, a veces parece que estando por estar. Y Phil Jackson ha pasado de Derek Fisher a Kurt Rambis dentro de una retórica del triángulo ofensivo que por ahora no cala. No con esa plantilla. Y todo esto, a pesar de la explosión de Porzingis. Yo no esperaba demasiado, pero mucha gente si esperaba por lo menos algo más de los Knicks.

-LOS ANGELES LAKERS (cuatro victorias menos: de 21-61 a 17-65). La despedida de Kobe Bryant no tapa todo lo demás, ni siquiera ahora y con el último show de la Mamba Negra todavía en la retina. Tres años batiendo el récord de derrotas de la franquicia y una carencia absoluta de plan de juego, a pesar de la que parte de la familia Buss se plantea seguir confiando en Byron Scott. Sensación de franquicia anquilosada, de otra era, y todo fiado al draft, a este verano… y a descubrir por fin qué hay más allá de Kobe Bryant. Un año criminalmente desastroso.

-SACRAMENTO KINGS (cuatro victorias más: 29-53 a 33-49). Un equipo intrigante en pretemporada y al que algunos veían incluso en la lucha por los playoffs. Tal y como ha estado el Oeste, no era descabellado. Pero las cosas nunca terminan de ir del todo bien en Sacramento. Ahora se va George Karl y crece la sensación de que tarde o temprano se irá DeMarcus Cousins. Salvo que de repente las piezas del puzzle encajen… y no salten inmediatamente después por los aires.