ATLANTA HAWKS 89-BOSTON CELTICS 72 (2-0)

Boston colapsa: peor cuarto de siempre en Playoffs (7)

Además, los Celtics firmaron su marca anotadora más baja de toda su historia en cualquier periodo. Korver y Horford, con 17 puntos, los mejores.

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NBA

Hay días que es mejor no levantarse de la cama y para Boston Celtics ese día llegó frente Atlanta Hawks. El equipo de Massachusetts perdió, por segunda vez consecutiva, ante los de Georgia (89-72) en un partido que pasará a la historia de la NBA (y a la suya propia) por el nefasto primer cuarto que realizaron. Sólo anotaron 7 puntos con tres aciertos de los 23 tiros intentados y un 0/3 desde el perímetro más cinco pérdidas. Pero aún hay más. Isaiah Thomas sólo logró uno de sus primeros seis lanzamientos y Marcus Smart, ninguno en cinco. Todo ello provocó una debacle que significa el peor cuarto de siempre en Playoffs de los Celtics desde que el mundo es mundo y la peor marca en un primer periodo en postemporada en la NBA desde que el reloj de posesión se puso en 24 segundos (1954-55). Antes de esta madrugada, el honor lo compartían los Jazz de 1988 y los Mavericks de 2010 con 8 cada uno de ellos.

Con esa rémora, los Hawks jugaron a su antojo. Desde el 24-3 del principio fueron sumando parciales demoledores encabezados por Kyle Korver y Al Horford. El primero recuperó su olfato desde el triple con un 5/7 (3/4 en los 12 minutos iniciales) para un total de 17 puntos, recuperándose de su mal inicio de Playoffs: 1/10 en el tiro, 0/7 en lanzamiento exterior. Desde el 23 de marzo no alcanzaba la media decena de triples. "Quería salir y hacer un mejor segundo encuentro", comentó el escolta, que logró los mismo triples que todos los Celtics juntos: 5/28. Por su parte, el dominicano acabó con los mismos tantos (3/4 desde el perímetro). Ambos fueron los protagonistas de este golpe en la mesa. El golpe puede haber sido demasiado duro.

El gancho llegó en un mal momento para el equipo de Brad Stevens. Con la lesión de Avery Bradley, que se perderá con total seguridad toda la serie, y la baja de última hora de Kelly Olynyk (hombro), la franquicia de Boston se vio superada en todo momento. Desde ese primer periodo nunca tuvo opciones reales de ganar. Nunca estuvo por debajo de los 10 puntos de diferencia por culpa de una defensa local que les dejó tan sólo el 31,8% en el tiro y que permitió que el ataque viviese de las rentas (33% en los últimos 36 minutos). Pero ahora, la serie viaja a Boston, a ese gran TD Garden que ha visto de todo, bueno y malo, pero sobre todo orgullo, mucho orgullo verde como reconoció Korver al acabar el partido: "Hay mucho orgullo en los Celtics, en el logotipo, en el uniforme, en su historia. Debemos estar preparados para ello".