Medio tiempo. Es lo es que necesitó Toronto Raptors para reencontrarse de verdad en estos Playoffs. El primer duelo ante Indiana Pacers fue una sorpresa desagradable y el segundo, aunque victorioso, fue más espoleado por la necesidad que por su propia brillantez. Pero en este tercer partido regresó su verdadero nivel, aquel que les elevó en el Este en regular season, y lograron un triple bingo: ganar (85-101), dar la vuelta a la eliminatoria (2-1) y recuperar el factor cancha. No está nada mal para tan solo 24 minutos de trabajo.

La aparente recuperación de DeRozan fue la que dio alas a Toronto. El escolta completó una medio encuentro de maestro con 16 puntos y 5/11 en tiros de campo (45%). Una anotación y una serie de tiro superior a la alcanzada en los dos partidos anteriores (14 -26%- y 10 -27%). Al final se empañó algo y acabó con 21 (36,8%) al igual que Lowry. Pero dio bastante igual porque los Raptors ya estaban 17 arriba (36-53) tras dos cuartos. Ahora sólo falta que no se detenga ahí. Ese es el gran misterio. Ese es la gran duda a resolver.

La defensa y la desesperación de los Pacers hicieron el resto. Indiana nunca encontró ni libertad ni diversión en su juego. Casey puso las cosas en su sitio. Implicó a todos en la parte de atrás y permitió que los cambios en ataque alejasen a DeRozan de George. Eso hizo crecer a los Raptors y llevó al equipo de Vogel a las 12 pérdidas al descanso por las 3 de los canadienses y a un 33,3% (42,6% Toronto) en el tiro, con Paul George (25 y 6/19) demasiado desesperado para resguardar a los suyos del chaparrón. El alero tuvo un aviso de los árbitros cuando el viento más arreciaba y la segunda unidad canadiense pinchaba con 15 puntos en los primeros seis minutos del segundo periodo (24-40).

El único acierto de Scola cerró el partido (41-59) al principio del tercer cuarto. Nada hubo que pudieran hacer Indiana, a pesar de que Hill (13) y Turner (17) intentaran poner interés a un partido que mostró de nuevo el poder en la zona de Valanciunas (14 rebotes) y a Carroll (17), una vez más, en el cinco inicial. Es su segundo partido seguido, algo que no ocurría desde pasado enero cuando cayó lesionado y se perdió media temporada. Fue él mismo quien cortó los arrebatos locales tras el descanso con cinco tantos seguidos (49-65) para dejar al trío Lowry, Patterson y Joseph machacar a los Pacers por completo (63-83). Aún queda eliminatoria, pero los canadienses parecen despiertos definitivamente. Habrá que esperar para ver qué opina de todo esto PG.