Horas después de decir que "no era necesario que jugara Curry", Draymond Green, que es un tipo de lo más sincero, ha salido del Toyota Center con la cabeza alta y admitiendo errores: "Este partido lo hemos perdido por mi culpa. He estado horrible", aseguró el ala-pívot, tal y como recogió Ethan Strauss (ESPN). Y lo cierto es que los Warriors, pese a jugar sin el MVP y sin un gran Klay Thompson, tuvieron opciones hasta el final: cuando Green perdió su séptimo balón del partido, acabando con las posibilidades de los suyos.

El '23' de los de La Bahía, que ha sido All Star por primera vez esta temporada, volvió a cuajar un buen partido en defensa, cambiando en todos los bloqueos y defendiendo tanto a Dwight Howard como a James Harden (al que le toque): tiene esa maravillosa capacidad. Pero estuvo errático en ataque, tanto en el tiro (3-9) como en el pase (7 pérdidas). 

Sus palabras previas al tercer encuentro de la serie, en las que hablaba sobre el estado de su compañero Stephen Curry, pueden suenan prepotentes. Pero en el fondo tenía razón. No porque los Warriors pudieran ganar o no sin Curry sobre el parqué (que también), sino porque el MVP no tenía que jugar si no estaba al 100%. Queda mucha eliminatoria y, seguramente, muchos playoffs.