MAVERICKS 108-THUNDER 119 (1-3)

Kevin Durant pierde la cabeza: expulsión y posible suspensión

Con el partido ganado y más de media serie en el bolsillo, Kevin Durant agredió a Justin Anderson al final de otro choque muy duro. Nowitzki: "Estuvo totalmente fuera de lugar".

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La serie Thunder-Mavs se va de Dallas para seguramente no volver (3-1) y con la sensación obvia de que el triunfo de los Carlisle en el segundo partido fue poco más que un extraño accidente. Los de Donovan son mucho más equipo que un rival que bastante ha hecho con estar donde está en un año en el que la suerte les ha dado la espalda desde antes de empezar, y ahí está la espantada sobre la bocina de DeAndre Jordan… Los Thunder casi pueden pensar ya en los Spurs. Casi: nadie está muerto hasta que no lo está, y menos un equipo de Rick Carlisle, y en Oklahoma habrá fregado con la expulsión de Kevin Durant, la segunda de su carrera y la primera en playoffs. KD, sencillamente, perdió el juicio y largó un golpe en la cara a Justin Anderson a falta de 50 segundos y con el partido (108-119 final) ya resuelto.

Todavía quedaba tiempo para otra técnica a Ibaka en un partido en el que hubo conatos de peleas, juego más que físico y una obvia demostración de que estos dos equipos no se tienen ningún aprecio. Por decirlo suavemente. La seguridad del pabellón se encargó de que Durant no pasara junto al banquillo de los Mavericks tras su expulsión, que él justificó: “No creo que ellos quieran hacernos daño y nosotros no queremos hacerles daño. He puesto más tapones en jugadas así por detrás, fue una cuestión de mal timing”. No lo parece. Antes, había habido escaramuzas constantes, casi todas con protagonistas como Mejri o la pareja interior de los Thunder, Ibaka y Adams, felices con el rol que ya casi toda la NBA les da como un par de tipos que juegan al límite, y a veces más allá. Ahora Durant (la jugada de su expulsión fue considerada flagrante tipo 2) se enfrenta a una posible suspensión (los Spurs al fondo, recuerdo) tras el primer partido desde el 10 de noviembre (67 seguidos) en el que se quedó por debajo de 20 puntos: 19 (7/20 en tiros) con 4 rebotes y 4 asistencias.

Más eficientes estuvieron los guerreros (16+5 Ibaka, 14+8 Adams) y un Kanter que desmontó cualquier rotación de Carlisle con 28 puntos, 14 en el último cuarto, y una serie de 12/13 en tiros. Jugadores como él o Waiters (12 puntos esta vez) son felices ante rivales que no les exigen al máximo en defensa: los Spurs serán otra cosa. Entre todos acompañaron lo suficiente a un Russell Westbrook desatado que en el tercer cuarto, y cuando los Mavericks fluían en ataque y amenazaban hasta el -7 tras el 18-33 del primer cuarto, absorbió la ola de calor del American Airlines Center y la convirtió en la última escapada de su equipo. En ese tercer parcial, fue responsable de 22 de los 32 puntos de su equipo y terminó con 25 y 15 asistencias tras el 26+15 del segundo partido. Y fue el encargado de que Dallas dejara de creer en otro milagro porque ya se sabe: la energía ni se crea ni se destruye, solo se transforma. Y es, por cierto, el primer jugador desde Kevin Johnson en 1992 con dos partidos seguidos de al menos 25 puntos y 15 asistencias en playoffs.

Los Mavericks se volvieron a quedar cortos, ya definitivamente sin Deron Williams. Después de perderse el tercer partido por molestias abdominales relacionadas con una hernia, el base apenas pudo jugar 90 segundos en el cuarto antes de dejar la pista y la serie, dure lo que dure. Lo confirmó un Carlisle que advirtió sobre todo lo demás que estaba sucediendo: “supongo que la NBA estará viéndolo todo en alta definición”. Mientras, Dirk Nowitzki no aplaudió precisamente el golpe de Durant a Anderson: “Fue una jugada muy dura, tenían el partido ya ganado… así que fue innecesario. El resto de cosas forman parte del juego, pero esa falta estuvo fuera de lugar por completo”. Los Thunder tienen más de un pie en semifinales del Oeste, objetivo muy mínimo, pero no están haciendo desde luego amigos en Dallas en el trayecto.