Los aficionados de los Chicago Bulls se deben estar dando cabezazos contra las paredes. Y puede que alguno de los New York Knicks también. LaMarcus Aldridge está siendo, sin duda, la gran estrella de la eliminatoria que enfrenta a San Antonio Spurs y a Oklahoma City Thunder. Ni Kawhi Leonard, ni Kevin Durant ni Russell Westbrook. El ala-pívot, que decidió firmar por el conjunto texano el pasado verano, dejando atrás nueve años en Oregón, ha ido adaptándose durante la temporada al sistema de Popovich y es ahora su mejor arma en ataque. De hecho, los dos últimos partidos de Aldridge son dos de los mejores que hemos visto en lo que llevamos de post temporada: 38 (78% de acierto) y 41 puntos (71% de acierto). 

Pues bien, con el ala-pívot disputando el mejor baloncesto de su carrera y 22 equipos pensando ya en el próximo draft de la NBA, ¿sabían/recuerdan que LaMarcus Aldridge fue jugador de los Chicago Bulls?

Ni 24 horas duró aquella unión. Eran los años de Scott Skiles en la franquicia de la ciudad del viento. Los Bulls confiaban en el potencial de Kirk Hinrich (25 años), Luol Deng (20), Ben Gordon (22), Andrés Nocioni (26), Tyson Chandler (23) y Chris Duhon (23), y buscaban una última pieza que añadir a un proyecto que ya asomaba la cabeza por los playoffs.

Los dos acuerdos

El traspaso llegó en octubre de 2005. Los New York Knicks necesitaban hacer cambios en una plantilla que no daba la talla y buscaron cobijo en los centímetros de un Eddy Curry que, por aquel entonces (22 años), se movía en los 15 puntos por partido con soltura y prometía más. Además, los de la gran manzana recibieron al veterano Antonio Davis y una primera ronda de los Bulls de 2007 con la que, llegado el momento, eligieron a Wilson Chandler. A cambio, Chicago consiguió las primeras rondas de 2006 y 2007 de los Knicks (con la segunda llegó a Illinois Joakim Noah), además de una segunda ronda de 2007 y los servicios de Jermaine Jackson, Mike Sweetney y Tim Thomas.

El proyecto neoyorquino fracasó aquel año (y el siguiente, y el siguiente, y el siguiente...) y los Bulls se encontraron con un número dos del Draft para apuntalar un equipo joven que no pasaba de la primera ronda de la post temporada. Los Raptors, que tenían la primera elección, decidieron apostar por el talento internacional de Andrea Bargnani y los Bulls escogieron en el dos a LaMarcus Aldridge, un ala-pívot con potencial que había crecido mucho en sus dos años en la Universidad de Texas. Era una elección sólida, a priori, pero en Chicago querían más.

Aquella misma noche se cerró el acuerdo: Aldridge, que acababa de ponerse la gorra de los Bulls, fue traspasado a los Portland Trail Blazers a cambio de Tyrus Thomas, número cuatro de ese mismo Draft, y Viktor Khryapa. Chicago, que mandó también una segunda ronda a Oregón (Demetris Nichols), conseguía los servicios de un freshman que venía de jugar la Final Four de la NCAA con LSU y que derrochaba potencial. Pero no todo es lo que parece, y menos en el mundo del deporte. En definitiva, los Bulls perdieron a una gran estrella por prácticamente 'nada'. Puede que el fracaso de aquel traspaso les ayudara a hacerse con Derrick Rose en el Draft de 2008, o puede que con Aldridge en plantilla también lo hubieran conseguido: nunca lo sabremos.

Los Knicks no ganaron nada con aquel traspaso. Tampoco los Bulls, evidentemente. Hay miles de historias como esta en la NBA.