Dos tiros libres del rookie Josh Richardson parecían haber sentenciado el primer partido de la semifinal del Este al poner el 83-89 en el marcador a falta de 19 segundos. Pero Toronto no dejó de luchar y forzó la prórroga con un triplazo espectacular de Kyle Lowry. El base había firmado un partido bastante malo (2/11 en tiros y un 0/5 en triples llevaba hasta el momento), pero no se lo pensó para levantarse desde el medio del campo y conseguir una de las canastas de la temporada. El balón entró limpio mientras sonaba la bocina, desatándose la locura tanto dentro como fuera del Air Canada Centre. Lástima para los dinosaurios que no pudieran rematar la faena en el tiempo extra. Los Heat se adelantan 0-1 (96-102).