Estaba claro que a sus 40 años recién cumplidos y con la incorporación a los Spurs de LaMarcus Aldridge, Tim Duncan iba a perder minutos y protagonismo en los Spurs. Y a consecuencia de ello le están pasando cosas hasta ahora impensables e inauditas. Esta temporada se quedó sin anotar un solo punto por primera vez en su carrera, en dos partidos de la liga regular, contra Sacramento y Houston. Pero en ambas ocasiones lanzó al menos una vez a canasta. Anoche, en el cuarto partido de la semifinal del Oeste entre Oklahoma City y San Antonio (victoria de los Thunder por 111-97 para el 2-2), Duncan no intentó ningún lanzamiento por primera vez en su dilatada y brillante trayectoria en la mejor liga del mundo. No lo hizo tras 1.392 encuentros de regular season y 249 de Playoffs (primera ocasión que se queda a cero en postemporada).

No está siendo, ni mucho menos, la mejor postemporada de Duncan de cara al aro. Promedia solo 4,4 puntos por partido en 19,5 minutos de juego. Solo intenta 4 tiros por cita y su porcentaje es un 43,8%. En rebotes le va mejor (5,5) y reparte 1,6 asistencias por partido. Eso sí, en los intangibles que le da su experiencia sigue siendo una pieza importante para Popovich. En los últimos tres partidos contra los Thunder sus anotaciones han sido 2, 2 y 0 puntos. Pero lo de no tirar, ni siquiera un tiro libre, es la gran novedad en la historia de uno de los más grandes de la NBA, coleccionista de récords y de anillos, a quien no hay más remedio que perdonarle todo por respeto y admiración.