HEAT 94 -RAPTORS 87 (2-2)

Otra hazaña de Wade en la 'eliminatoria de las prórrogas'

El escolta vuelve a resolver para Miami, que estuvo a punto de encajar el 1-3 pero sobrevivió en otra prórroga: 3 en 4 partidos.

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NBA

La serie Raptors-Heat está siendo un trago. Primero el dolor de muelas, después el paso por el dentista. Está siendo emocionante, desde luego: el cuarto partido volvió a irse a la prórroga y es la tercera eliminatoria de la historia que necesita tres en los cuatro primeros partidos. Las otras dos coincidieron en aquella loca primer ronda de 2014: Thunder-Grizzlies y Blazers-Rockets. Así que esto nunca había pasado en segunda ronda pero, por desgracia, la emoción es casi lo único que sostiene a todo lo que sucede en pista: pese a tanto tiempo extra, solo una anotación ha superado los 100 (Miami en el primer partido); los Heat promedian 94,7 puntos, los Raptors 93,5. En total: 379-374. Y 2-2, de vuelta a Toronto con todo por decidir. Feo y emocionante… por culpa de otro colapso final de los Raptors (72-79 a a falta de poco más de cuatro minutos… y 94-87 final.

Kyle Lowry cometió la sexta falta en el tramo final del partido. Por entonces, Cory Joseph sostenía como podía a los Raptors. Los Heat forzaron la prórroga cuando quedaban doce segundos, con una penetración marca de la casa de Wade. En realidad, en el 11-4 final que forzó el tiempo extra, todo fueron canastas del escolta… y cuatro tiros libres de Joe Johnson. Los Raptors, mientras, fallaron dos veces con 81-83 y otra final, Joseph, para evitar la prórroga. Demasiadas oportunidades perdidas, demasiadas concesiones cuando tenían a tiro el 3-1 y a pesar de que el partido estaba de su lado pese a que las circunstancias no: Lowry, tras su descorche del tercer encuentro, volvió a su realidad de los playoffs: 10 puntos, 2/11 en tiros. DeRozan, en el banquillo en minutos cruciales antes de la prórroga, terminó con 9 puntos y un 4/17 en tiros. Las dos estrellas (ninguno supera el 34% en tiros en la eliminatoria) sumaron 19 puntos con 28 tiros. Además, la baja de Valanciunas pareció (se esperaba) más trascendente para los canadienses que la de Whiteside para los de Florida. Y a pesar de todo, +7 con cuatro minutos por jugar en un partido en el que nadie anotaba con fluidez y en el que había habido extrañas alternativas: cada vez que un equipo atacaba mal, el otro se encargada de atacar peor.

Los Heat sobrevivieron porque fueron más flexibles en la guerra sin pívots (Deng jugo de pívot en un small ball radical cuando había que inclinar el partido), porque aprovecharon mejor en las zonas que el rival no tenía a su protector titular… y por Dwyane Wade. Otra vez, salvador. Otra vez en versión vintage: 30 puntos, 13/24 en tiros. En la serie, 27,2 rondando el 48% de promedio. Por primera vez desde 2010, 30 ó más puntos en dos partidos seguidos de playoffs. Desde que empezó la postemporada, nadie ha metido más canastas sin asistencia previa: 80. El siguiente es Westbrook (60). Eso dice mucho de él y muy poco de los Heat. Wade, por cierto, ya lleva un partido más que LeBron sumando al menos 30 puntos en playoffs para Miami (34 por 33). Un mito de la franquicia, uno de los mejores escoltas de la historia de la NBA.

Los Cavaliers han jugado ocho partidos y ya esperan rival en la final del Este. Raptors y Heat llevan 11 por cabeza y todavía tienen que resolver lo que ya es una miniserie a tres partidos. Los Raptors tienen el factor cancha, que ya han perdido dos veces (contra Indiana y Miami), y un cierto hábito de sufrimiento que les puede ayudar o lastrar definitivamente (veremos) y que les ha acompañado desde el primer partido ante los Pacers. Los Heat tienen más recursos (al menos a priori: no los están pudiendo exprimir) y esta vez ayudaron un poco en el momento decisivo Joe Johnson y Dragic (15 puntos por cabeza). Y tienen a Wade, claro. Para unos la pista, para otros el mejor jugador de la serie. Para ninguno de los el pívot titular o un mínimo de fluidez en el juego. Veremos quién se impone. Y mientras, LeBron y sus Cavs esperan. Y esperan, y esperan