¿Está para jugar?

Todavía me duele la espalda, pero he tomado la decisión de arriesgar. Igual no hay una oportunidad como esta de nuevo y quiero aprovecharla.

¿Qué es lo que le pasa?

No lo sabemos muy bien, pero parece es que se trata de un nervio que no aguanta los movimientos que hay en un partido de baloncesto.

¿Es una lumbalgia?

Es algo mas complicado.

¿Preocupante?

No. Los médicos me han dicho que no es nada grave, pero cada vez que fuerzo en los entrenamientos me vuelve a doler mucho y tengo que retirarme.

Pero a pesar de todo va a saltar a la cancha...

Eso depende de Perasovic. Llevo ya dos meses parado y se puede notar. Igual decide no contar conmigo. Pero yo de corto me voy a vestir.

¿Cómo ve el cruce con el Fenerbahçe­?

Esto no es un playoff y puede ganar cualquiera. Es solo un partido, no cinco. El Lokomotiv puede vencer al CSKA y nosotros a los turcos.

Es un poco como la Copa del Rey, ¿no?

Exacto. Es solo un partido y si juegas bien en defensa y estas acertado en los tiros, te metes en la final.

¿Lo ha pasado mal?

Ha sido muy duro, pero los compañeros han estado a un gran nivel y estoy encantado con el resultado. Estamos en Berlín y eso es muy grande.

¿Las claves para eliminar al equipo de Obradovic?

Estar serios atrás, no tener perdidas, ser fuertes en el rebote y seleccionar bien los tiros. Jugar como lo hemos hecho este año en la Euroliga.

Lo de la afición baskonista es impresionante.

Si, de verdad. Más de mil personas es algo muy grande.

Del Fenerbahce, 7.000...

No nos importa. Los nuestros igual gritan más.