OKLAHOMA CITY THUNDER 113-SAN ANTONIO SPURS 99 (4-2)

Durant y Westbrook doman a los Spurs y los Warriors de Curry ya esperan en la final

Brillante partido de los Thunder que llegaron a ganar de 28 puntos en el tercer cuarto. Duncan y Ginóbili podrían haber jugado su último partido en la NBA.

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NBA

Las oportunidades en la NBA no se pueden dejar pasar y Oklahoma City Thunder no lo hizo. Esta vez no. Tenía delante la opción de volver por cuarta vez en seis temporadas a la final de la Conferencia Oeste y Durant (37) y Westbrook (28) no dejaron pasar ese tren. Es difícil estar en la élite, luchar por el título. Una lesión en mal momento, la falta de concentración en este o aquel encuentro... y quedas a merced del destino. OKC vivió eso tras caer en las Finales frente a Miami Heat. Pensaron que regresarían al año siguiente, pero no: la lesión de Westbrook frente a Houston en 2013, el dominio de los Spurs en 2014 y la ausencia de Durant durante casi todo 2015 impidieron volver al último asalto. Ahora se abre de nuevo la esperanza tras vencer a San Antonio (113-99) en el sexto duelo de esta semifinal del Oeste (4-2). El último escollo será Golden State Warriors. Curry, Klay Thompson, Draymond Green y el récord del 73-9 aguardan. Una batalla que se pronostica épica y, sobre todo, divertida. Esperemos. El triunfo, además, era clave para el futuro de la franquicia. Llegar hasta la final del Oeste puede dejar a Durant, al menos, una campaña más en el Chesapeake Energy Arena.

En el lado opuesto están los texanos. Una temporada más, el rumor vuelve a sonar muy alto: ¿habremos visto el último encuentro del Big Three? ¿Se retirarán Duncan y Ginóbili? Sólo el tiempo lo diera. Pero si pasa lo peor, sólo queda decir, "gracias por todo". Aunque sería muy cruel que este hubiera sido el partido definitivo del ala-pívot y el escolta porque los Spurs fueron domados como hacía mucho que no se veía. Billy Donovan tiene mucha culpa de ello. Junto al ansia de estos Thunder con Durant y Westbrook a la cabeza, logró que la derrota por 32 puntos del primer duelo de la serie quedará en un mal sueño. El entrenador novato ha sabido leer muy bien esta eliminatoria y ha dado manga ancha a las virtudes de su equipo y limitado de forma capital las de su rival.

Y todo ello haciendo frente a un inicio rápido y eléctrico de San Antonio. Con Duncan y Aldridge haciendo daño por dentro, los texanos lograban la primera ventaja clara en el marcador (10-16). Ahí acabaron los visitantes. La salida a cancha de West, Mills y Ginóbili atrajeron a los de Popovich al naufragio. 10 puntos de Durant y 8 de Westbrook en esos primeros doce minutos dieron una ventaja a OKC que nunca más perdería (25-19). Los Spurs sufrían. El movimiento de balón que en antaño era la envidia de toda la NBA no apareció. Acabaron la primera parte 24 abajo (55-31) con sólo cinco asistencias. Y sin el pase, no obtuvieron tiros liberados (0/8 en triples) y el banquillo no entró en el duelo (sólo dos tantos). Pops lo intentó todo. Todo fallaba. La salida de Marjanovic (por delante de Diaw que no jugó) trataba de parar la presencia interior de Kanter y Adams (ambos magníficos). Kevin Martin volvía a la cancha tras disputar 44 segundos en los dos últimos encuentros. Anderson tuvo su oportunidad. Pero no. San Antonio terminaba los primeros 24 minutos destrozado. Esos 31 puntos son la peor anotación de la franquicia desde el 29 de noviembre de 2014 frente a Houston (29) y la diferencia de 24 tantos, la mayor en Playoffs en 14 años (2002, Sonics). Su porcentaje de acierto, además, era un drama: 31,1%.

El descanso no dio nada nuevo. Green (9) anotaba el primer triple de los texanos después de nueve intentos, pero Un fantástico Roberson (14) e Ibaka (8) pusieron la máxima ventaja en el marcador (66-38). La rabia y la necesidad hicieron mella en los chicos de Popovich. Su último cuarto fue una oda a lo que son capaces de hacer si se les da por muertos. En un visto y no visto, y con Leonard (22) desatado, tuvieron en dos ocasiones, y en las manos de Duncan, rebajar la diferencia a menos de 10 puntos. Pero el ala-pívot no tuvo la fortuna y ahí acabó una historia que deja un demoledor dato: sólo los Celtics de 1972-73 no llegaron a las Finales con un mejor récord que los Spurs. Boston tuvo 68 victorias. La franquicia de la estrella solitaria 67. Además, ya son 11 partidos perdidos de los 13 en los que San Antonio se jugaba en la carretera la eliminatoria. Casi nada.