Etan Thomas jugó el 16 de abril de 2011 su último partido en la NBA. Tras nueve temporadas en activo (y una décima que se pasó en blanco por una anomalía cardíaca) se despidió de la Liga disputando 6 minutos y medio en el primer partido de la serie de Playoffs que enfrentó a sus Hawks con los Orlando Magic. Ahora, a sus 38 años de edad, se gana la vida como escritor de poemas y dando charlas motivacionales. Aunque su nombre vuelve a ser de actualidad por un episodio que nada tiene que ver con sus nuevas ocupaciones. Tristemente (y salvando las distancias), el incidente que Thomas padeció la pasada semana mientras viajaba en un tren por Estados Unidos nos trae a la mente la figura de Rosa Parks, aquella mujer afroamericana que se convirtió en un icono de la lucha por la igualdad racial tras negarse a ceder el asiento a un pasajero blanco mientras viajaba en un autobús de Alabama allá por 1955.

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A través de su perfil de Facebook, el exjugador de los Wizards, Thunder y Hawks, denunció el pasado fin de semana haber sido víctima de un incidente racista en un tren del que no especifica ni su trayecto ni la fecha en la que aconteció el viaje. Thomas explica que al subirse al convoy y ante la falta de asientos libres, le pidió a una mujer blanca si podía hacer uso de la butaca contigua a la suya. Esta le respondió que estaba ocupada. Hasta aquí todo bien. Pero pasados apenas un par de minutos (siempre según la versión del pívot ya retirado) otro hombre —casualmente de tez blanca— le hizo la misma pregunta a la mujer... obteniendo en este caso una respuesta afirmativa.

Thomas, indignado, se dirigió entonces a la susodicha y le preguntó: "¿No querías que yo me sentara junto a ti? ¿Tenías miedo? ¿No estás cómoda con que un hombre negro se siente a tu lado?" La protagonista del incidente le pidió que no sacara ek tema racial ya que ella había mantenido una relación con un chico negro en la universidad. Pero la cosa se torció aún más cuando Thomas tomó una fotografía de la pasajera y del asiento contiguo (ocupado por el chico al que sí le ofreció el asiento pese a que este quiso levantarse y cedérselo a Etan) para emplearla posteriormente en Facebook como prueba de este episodio racista. 

La joven, molesta, avisó al maquinista. Sin embargo, este reconoció de inmediato a Thomas y le agradeció públicamente lo que está haciendo por la comunidad, además de felicitarle por su rendimiento durante su etapa en los Wizards. Así (insisto, siempre según la versión de Thomas publicada en dicha red social), acabó este altercado racial que, por increíble que parezca, se siguen produciéndose más de 60 años después de aquel gran gesto protagonizado por Rosa Parks.