HERBALIFE 93-LAB. KUTXA 87 (1-1)

El Gran Canaria derriba al coloso para jugársela en Vitoria

Los de Aíto supieron aguantar su ventaja tras ir 56-37. El tremendo partido de Bourousis, Hanga y Adams no le bastó al Baskonia.

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AStv

Un tremendo tercer cuarto le sirvió al Gran Canaria para abrochar la victoria en un partido intenso, precioso, tremendo por la voracidad de ambos equipos, siempre delicioso para los sentidos. Poco puede reprocharse el Baskonia, siempre competitivo y que jamás se rindió. Decidirá él Buesa Arena el martes.

Resulta que Eulis Báez, ganador eterno de la batalla emocional, motivador como ninguno y líder dentro y fuera de la cancha, empezó y acabó la primera parte con sendos triples. En un inicio de tanteo pero espectacular, triple va, triple viene (Newley, Adams, Salin), el Granca tomaba sus primeras ventajas (9-7, 11-9). Adams, tan pendiente del partido como de comerle la oreja a Pangos, tan pendiente como estaba de lo que sus compatriotas llaman “trash talking”, sostenía a los suyos (triple para el 16-14). Así, la ventaja del Herbalife era mínima al acabar el primer cuarto (23-20).

El Gran Canaria salió con nuevos bríos tras el pequeño descanso entre parciales, y un triple de un activo Seeley le permitió marcharse en el marcador, 33-26. Poco después se anunciaba tormenta por medio de Savané, 35-26, lo cual obligó a Perasovic a pedir tiempo muerto cuando se habían consumido apenas 4 minutos. Los locales estaban lanzados, empujados sin duda por una grada que ayer por fin no paraba quieta, y el mencionado triple de Báez cuando sonaba la bocina del descanso le dio su máxima renta a favor del partido hasta entonces, 49-37. Poco antes, Oliver aprovechó tres tiros libres descendientes de una técnica a un desquiciado Perasovic, al que Pérez Pérez tenía fuera de sí.

El Baskonia, nada más reanudarse el duelo, le hizo un homenaje a esa bonita costumbre española de la siesta, de tan dormido que saltó a la cancha. Así, en apenas un pestañeo, un triple de Pangos le daba un +19 al Granca, 56-37 (máxima del partido), lo que inevitablemente llevó a ‘Peras’ a parar el partido. Y así, cuando todo parecía perdido, su equipo reaccionó. Tanto, que rápidamente volvió a la vida con un parcial de 0-13, 56-50, roto por un certero triple de Salin para el 59-50, un +9 que se mantenía al final del tercer cuarto (71-62).

Si el Laboral Kutxa no se fue del partido fue especialmente por la labor muda de Hanga y Bourousis, al que se le permite protestar lo que a ningún otro jugador de la ACB. El pívot griego inauguró el último periodo desde el triple, 71-65. Ocurre que el de Vitoria es una equipo que tiene más vidas que una película de los Aristogatos, aunque el Granca, siempre competitivo, supo aguantar su ventaja. Así, en un precioso parcial de continuos directos en uno y otro aro, el Herbalife contuvo las acometidas rivales para plantarse el martes en Vitoria con todo por decidir. Así se lo reconoció su afición, que hizo salir a su equipo para celebrar la victoria en una comunión preciosa al gritó de “¡¡Sí se puede!!”.

Justo fue ese 93-87, como justo es que una serie tan competida y espectacular nos brinde al menos un partido más, tan intenso como el vivido esta mañana en e Gran Canaria Arena.