OKLAHOMA CITY THUNDER 101-GOLDEN STATE WARRIORS 108 (3-3)

El último cuarto que salvó a los Golden State Warriors

La franquicia de La Bahía se salvó de caer eliminado de estos Playoffs tras un gran arreón en los 12 minutos finales y la desaparición de Durant y Westbrook.

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El último cuarto que salvó a los Golden State Warriors
Mark D. Smith USA Today Sports

Golden State Warriors se encontraba en una situación dramática. Estaba contra las cuerdas tras el cuarto partido de la final del Oeste. 3-1. Salvó el primer match ball en el Oracle, pero en Oklahoma todo parecía predestinado para que el campeón, el equipo del récord del 73-9 cayera eliminado de los Playoffs. Sin embargo, la magia surgió. Bueno, en verdad surgieron la calidad y el temple de Stephen Curry y, sobre todo, de Klay Thompson en los instantes finales.

Entre los dos, finiquitaron a OKC en el último cuarto. En doce minutos, apartaron todos los fantasmas que habían surgido en los partidos anteriores y lo hicieron, además, mostrando las debilidades de Durant y Westbrook, que dimitieron en los momentos decisivos de un partido que les habría llevado, por segunda vez en su carrera, a unas Finales de la NBA.

Los Splash Brothers sobresalieron al sumar 25 de los 33 puntos de Golden State en ese último periodo. Thompson logró 19 puntos con cinco triples (tres ellos seguidos nada más empezar) y Curry, seis con dos (consecutivos). Hicieron un 8/14 en tiros de campo con 7/10 desde el perímetro. Además, no perdieron ningún balón.

Por su parte, la pareja atómica que forman Durant y Westbrook realizaron un cuarto cuarto a la inversa. Al terminar el tercer periodo, el alero sumaba 25 tantos y el base, 20. Acabaron con 29 y 28, respectivamente. Su ritmo en lanzamiento fue infernal: 3/14 con 0/2 en triples. Pero lo peor no fue eso. Lo peor estuvo en su falta de cuidado con el balón. Entre los dos perdieron 6 pelotas en los cuatro últimos minutos, cuatro de ellas por un Westbrook que ve impotente como las puertas de la gran final de la Liga estadounidense se pueden cerrar por unos malos 12 minutos, donde Durant se vio perdido y cansado. Aún queda el séptimo en el Oracle. Es difícil. Titánico. Pero es posible. Por qué no.