BARCELONA 100 - REAL MADRID 99 (1-0)

Perperoglou da la victoria al Barcelona en la última décima

Los azulgrana ganaron el partido más decisivo, el primero. Fue un duelo memorable. El Madrid lucha ahora contra la historia. Carroll sobresalió con 21 puntos.

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ACB

El Barcelona ganará la Liga, así lo dice al menos la historia. En las 13 finales previas entre los dos grandes, en las 13, se llevó el gato al agua quien golpeó primero. Siempre. Y en 30 de las 32 eliminatorias por el título alzó el trofeo quien venció en el primer asalto. Solo dos excepciones, y solo una en un duelo a cinco partidos. En este caso los precedentes son como la biblia del playoff, aunque dejan un resquicio para la reescritura. Veremos si la historia se repite o viene revoltosa, con ganas de revolución. El Madrid lo va a intentar, seguro. Lo vimos ya este miércoles.

Y es que lo tuvo ganado tras el tapón de Ayón a Navarro en la que parecía la última acción de la noche. El balón, juguetón, cayó y resbaló entre las piernas y las manos de varios jugadores blancos. Botó sobre la línea: fuera. Decisión confirmada en el instant replay. Restaban tres segundos y los de Xavi Pascual se encontraban con otra bala inesperada en la recámara, un último intento a la desesperada.

No hubo innovación. La pelota, de nuevo, para Navarro, al que Ayón volvió a acorralar, esta vez contra la línea de fondo, pero la leyenda mantuvo el temple y asistió a tiempo para que Perperoglou encestara bajo el aro y a tablero sobre la última décima de segundo, o casi, casi. Rudy saltó por detrás y llegó a tocar la bola. Otro casi; tarde.

Canasta que puede valer una Liga, como aquel triplazo de Marcelinho Huertas a una pierna cuatro años atrás. Igual que entonces, alegría desatada y carreras arrebatadas de los jugadores culés. Un partido memorable, un pulso ciclópeo en un intercambio desenfrenado de golpes, tan volcados al ataque que parecía pura videoconsola. El tercero con más puntos en una final.

El héroe de la jornada, el griego Stratos Perperoglou, lo fue por su tiro ganador y por su labor de hormiguita. Superó a Maciulis y ejerció de perfecto comodín. Antes, Doellman había descerrajado 6 de 7 en triples (su segundo intento errado fue desde medio campo). Satoransky estuvo firme, aunque no imperial (acabó lesionado, un problema muscular que le convierte en duda para el viernes), y Navarro soltó destellos de clase infinita. Dio el pase de la victoria tras firmar poco antes un 2+1. Tomic terminó al borde del triple-doble (14 tantos, 8 rebotes y 8 asistencias) a la vez que penaba desde la personal (6 de 12).

En el Madrid se echó en falta la mejor versión del Chacho. Otra vez por debajo de su nivel mientras que Llull apareció bajo el sol abrasador (6 puntos en el último cuarto y 10 asistencias en total). Pese al elevadísimo ritmo, a los Sergios se les veía algo ahogados por la disposición defensiva local. Un lanzamiento acrobático del menorquín igualaba la máxima renta blanca: 91-94, a 3:40. Luego Navarro pondría el 97-95 y Ayón el 98-99 con una gran entrada por la derecha. Quedaban 14 segundos. El resto ya lo conocen: Navarro para Perperoglou. Un nubarrón oscurecía la actuación redonda de Carroll. El faro que nunca se apagó, el que más iluminó. Bien Nocioni en el cuarto decisivo y bien Reyes. Y, cómo no, Ayón.

La primera parte había resultado magnífica, un espectáculo de un nivel tan elevado como el desenlace. El Barça arremetía con fuerza, más centrado y atento a la pizarra. Buenos movimientos y actitud solidaria, con Tomic de piedra angular. La base de todo en este arranque ortodoxo y medido (cuatro asistencias de carrerilla) que dio réditos: 14-4. Pero la puesta en escena no fue resumen de nada porque el resto del choque vivió y murió en un apretón de manos constante.

El Barça amagó con otro estirón (82-75) y recibió réplica inmediata coronada por un triple de Rudy (82-84). El alero pudo sentenciar, pero marró dos triples en los últimos dos minutos y medio. El segundo, no tocó ni el aro.

El viernes, segundo asalto. El primero solo mostró una brecha en la estadística: once tiros libres más lanzados por el Barcelona. A ver cómo anda Satoransky, porque Pascual no cuenta con Arroyo.