BARCELONA 70 - 90 REAL MADRID (1-1)

El Madrid arrebata al Barça el factor pista con una exhibición

Los de Laso se sobreponen a la derrota del miércoles con una de sus mejores actuaciones del año fuera de casa. Tremendo Ayón y muy bien Llull. Los dos próximos duelos, en el Palacio.

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Real Madrid-Barcelona en directo

El Madrid se sobrepuso a una derrota dolorosa (canasta in extremis de Perperoglou) pero no muy amarga, porque le abrió los ojos, le mostró su potencial después de un año irregular. Le empujó a completar una de sus mejores actuaciones del curso fuera de casa. El carácter al que aludía Nocioni en la previa: 1-1 y factor cancha anulado hasta nuevo aviso.

El Real salió a jugar a lo mismo que el miércoles, pero mejor, incluso con menos acierto en el tiro. Dominó el rebote en tramos decisivos, como en el inicio del último cuarto, y solventó el mal arranque de 46 horas antes. Aturdió al Barça a dentelladas. Primero con un brillante juego colectivo y luego con la onda expansiva de Llull y el trabajo colosal de Ayón.

La puesta en escena, decimos, reflejó a la inversa las imágenes del primer asalto. Juego burlón de espejos. El que dominaba los espacios, alardeaba de pizarra y mostraba determinación era el Madrid. Equilibrio perfecto entre pausa y aceleración. Entra pundonor y cabeza. Thompkins sacaba tajada de la buena circulación y ayudaba a Ayón a ser aún más letal. Llull se integraba en esa dinámica, la dirigía (3 asistencias de salida), pero guardaba en el arsenal su arma más peligrosa. Esos minutos de trance, de inspiración máxima: dos tiros libres y tres triples consecutivos. ¡Bum!

En nada el marcador se abrió a machetazos: +21 (16-37, minuto 13). Sergio Rodríguez ya estaba en pista, sin esa seguridad plena tan suya, algo falto de confianza, pero con el avance de un acto a otro se encontró a sí mismo y desempeñó un papel clave en la contención de los arreones de un Barça herido, aunque no muerto. No aún.

Los azulgrana llegaron a ponerse a cinco tras un triple de Perperoglou (52-57, minuto 26). El héroe del estreno mostraba tenacidad. Pascual lo había intentado todo. Pasaba del plan A al C mientras trataba de inventarse uno nuevo. No había más cera que la que ardía. El Madrid supo recuperar sensaciones tras trastabillarse en ataque. Había cedido ritmo e intentó salir a flote sin éxito desde la línea de tres. El frenazo se acentuó.

Apareció Sergio Rodríguez.

La entrada del Chacho por Carroll dio cobertura a Llull, otra vez en momento heroico. El tinerfeño metió una, asistió a Ayón y mareó a la defensa para que Thompkins la clavara de tres. El segundo despegue de la nave blanca (52-66). De ahí al final, exhibición en el Palau.

Tremenda la actuación de Gustavo Ayón: sólido, constante… pilar de todo (19 puntos, 6 rebotes y 28 de valoración). Reyes y Thompkins lo arroparon con cariño y precisión. Carroll, en cambio, fue titular por Maciulis y no se encontró. Muy activo, bien físicamente, colaborador, pero sin tino. Dio igual porque Rudy y Nocioni mostraron el pulso firme para un remate de altos vuelos. Los dos próximos partidos se jugarán en el Barclaycard Center (lunes y miércoles). Si el Madrid gana ambos será campeón, pero eso son las cuentas de la lechera.

El Barça había salido a defender más y mejor. Falló. En la previa parecía temeroso, más preocupado de los 99 puntos recibidos que orgulloso de los 100 encestados. Y, claro, no atacó como entonces (4 de 18 de tres) y tampoco defendió mucho mejor. No construyó alrededor de Tomic. A Satoransky le faltó mando y chispa y Navarro olvidó los salvavidas en casa. Con Doellman, Tomic y Navarro en cancha la defensa puede subsistir, pero nunca asfixiar al enemigo. Sin Dorsey, y casi también sin Lawal, falta intimidación y músculo, falta una alternativa energética. Igual que con Arroyo al timón, al que su técnico recurrió a la desesperada. "Atacadle siempre", decía a los suyos Laso. La pieza más débil atrás. Como habían atacado a Tomic con el bloqueo y continuación. Segundo capítulo cerrado, vamos a por el tercero.