Derrick Rose: 21 millones sin riesgo llenos de ilusión

Carmelo Anthony, supongo, estará dando palmas con las orejas. Derrick Rose no es ese MVP que maravilló a la Liga en 2011 desde su ciudad natal, y tampoco es el compañero ideal para la estrella de los New York Knicks. Sin embargo, y esto es lo que algunos llamarían destino, llega a la Gran Manzana en el momento perfecto: él quiere demostrar que aún puede ser importante en la Liga, lo mismo que intentará Melo y la razón por la que se desviven los miles de aficionados que llenan cada tarde-noche las gradas de ese templo construido entre la séptima y la octava de Manhattan que te recibe como Madison Square Garden.

No vamos a engañar a nadie, son todo flashesComprar ilusión en Nueva York es tan fácil como encontrar un perrito caliente en los aledaños del pabellón. Pero... ¿por qué era el momento?, ¿por qué 21 millones sin riesgo?

Tres de tres. Los Knicks necesitaban un empujón para que crean Anthony y afición (llegará otro con un pívot, casi seguro), los Bulls querían desmontar el backcourt y Rose no sabe vivir sin un gran foco sobre su cabeza. Lo digo en el mejor sentido posible de la expresión. Se crió en las calles de Englewood, uno de los barrios más peligrosos del sur de Chicago, y no tardó en convertirse en un icono en la ciudad que utiliza como vara de medir el apellido Jordan...  Impresionante como poco. Y aquí llega la clave: Rose no solo encajará en el ambiente que rodea a una franquicia como los New York Knicks, sino que es una apuesta sin riesgo alguno para los neoyorquinos, ya que sus 21 millones de dólares no tendrán continuidad el próximo verano si no cumple con las expectativas (expiring/acaba contrato). Y claro, a corto plazo, hablamos de un jugador por el que, en principio, merece la pena lanzar la moneda al aire. Creo yo.

27 años, demasiadas lesiones y uno de los mejores nicknames de la NBA. The Windy City Assassin posará junto a Carmelo y Porzingis, y puede que llegue algún otro gigante. Devolverá la ilusión a la Gran Manzana, se comprará un perrito caliente en la esquina de la 33 con la séptima e intentará dejar atrás ese maldito camino que no deja de ponerle obstáculos. Uno de los reyes del crossover ha llegado a Nueva York: 21 millones sin riesgo y llenos de ilusión. Welcome, D-Rose.