La Selección española de baloncesto sub-17 ha conseguido plantarse en semifinales del mundial de Zaragoza tras deshacerse hoy de una sólida Australia, a la que tuvo que remontar en el último cuarto gracias al oficio y a una gran capacidad de reacción en los instantes finales de cada periodo. El primer cuarto comenzó con los anfitriones anotando justo al principio y con una reacción australiana que se topó con una entonces sólida defensa.

Fueron unos primeros minutos rápidos, sin sobresaltos, con pocas anotaciones por el escaso acierto de ambos equipos, en el que los oceánicos fueron de menos a más y se habrían marchado por delante en el marcados si no fuera por un triple de España en el último momento que lo dejó 11-9. El segundo cuarto fue el peor para los locales, el que casi les cuesta la eliminatoria, ya que salieron mal, especialmente en uno de sus fuertes, el rebote defensivo, mientras que los aussies dominaron los diez minutos e hicieron mucho daño.

La diferencia para los australianos llegó a ser hasta de siete puntos, pero una reacción a última hora del conjunto local la redujo a solo tres, por lo que había partido. El tercer cuarto, por tanto, se tornaba como la fase vital de la eliminatoria, en la que Australia podía romper el partido pero también complicarse la vida y se vio en la cancha en un choque enredado en el que reinó el miedo a cometer errores.

Pero, de nuevo, los últimos minutos, después de una sucesión de ataques sensacionales por parte de la selección española llegan las tablas justo al borde de la bocina. El hecho de superar una situación que les era bastante adversa hizo que La Roja del basket se viniera arriba, les salía todo, con mención destacada a Sergi Martínez, el mejor del partido con 26 puntos en su haber, mientras los nervios se apropiaban de los jugadores de Oceanía, que veían cómo una semifinales que casi acariciaban al descanso se les iban de la mano sin que pudieran hacer nada.

No obstante, sí que hubo una cierta reacción de los australianos, que redujeron la ventaja a 5 puntos a solo tres minutos del final, pero la ambición y la suerte ibérica quisieron que el partido concluyera con la diferencia más grande desde el inicio, 74-63 para los de casa, que esperan ahora a Turquía en semifinales.