El periodista Darren Rovell (ESPN) asegura que los Warriors piden una cifra que rondaría los 15 ó 20 millones de dólares por poner publicidad en su camiseta. Hay que recordar que la NBA (que a partir de la próxima temporada estrenará su acuerdo con Nike para las equitaciones) anunció, un movimiento rompedor, que los equipos podrán llevar a partir de la temporada 2017-18 parches publicitarios que no superen unas dimensiones de 6,3x6,3 centímetros, que vayan en la parte superior izquierda de la camiseta y que no anuncien nada relacionado con alcohol, tabaco, juegos de azar, política, medios de comunicación y competidores de Nike. El primer equipo en hacer oficial un acuerdo de este tipo fue Philadelphia 76ers, que firmó con StubHub a razón de 5 millones de dólares anuales durante tres temporadas.

Los Warriors, que además tienen a la vista el traslado a un mercado mastodóntico como San Francisco, quieren sacar provecho a un quinteto titular en el que compartirán pista Stephen Curry, Klay Thompson, Draymond Green y Kevin Durant. Desde luego el permanente escrutinio mediático esta garantizado. También las suficientes horas de exposición en las televisiones nacionales, el gran pastel para los anunciantes en Estados Unidos. El gran temor de los anunciantes a la hora de firmar un acuerdo por tres años está en la posibilidad de que ese núcleo del equipo se rompa. En la temporada 2013-14, Miami Heat tenía a LeBron James y vio como 25 de sus partidos fueron televisados en canales de cobertura nacional por solo cuatro de Cleveland Cavaliers. En la siguiente temporada, con LeBron de vuelta en Cleveland, los Cavs tuvieron 21 y los Heat, 16. Pero, siempre según Darren Rovell, los expertos aseguran que con unos 30 partidos televisados, cifra que estos Warriors podrían alcanzar, esa publicidad sí tendría un valor real de entre 13 y 19 millones de dólares.

Hay que recordar, por último, que del total que se obtenga por esta vía, el 50% va para los jugadores a través del BRI (Basketball Related Income) y el otro 50% a la franquicia, que a su vez tiene que dar la mitad de esa mitad a un fondo común de los equipos. Así que el equipo retiene finalmente un 25% aunque se beneficia obviamente del 50% que reciben los jugadores.