Las reacciones no han parado de sucederse desde que la NBA decidiera retirar a la ciudad de Charlotte la organización del All Star Weekend 2017. Uno de las personalidades que más molesto se ha mostrado con esta medida es Pat McCrory, gobernador del estado de Carolina del Norte, al que pertenece Charlotte. La aprobación de la controvertida Public Facilities Privacy & Security Act, ley que que discrimina a la comunidad LGTB, ha desencadenado esta medida. La misma ha alcanzado fama mundial y ha sido rebautizada popularmente como la 'ley del baño' (bathroom law).

"Las élites del deporte, de la cultura del entretenimiento, el fiscal general Roy Cooper y los medios liberales han tergiversado durante meses nuestras leyes y difamado a la gente de Carolina del Norte por el mero hecho de que la mayoría de personas creen que los chicos y chicas deberían poder usar los baños, vestuarios y duchas escolares sin la presencia del sexo opuesto. [...] Los grupos de la izquierda con intereses no tienen autoridad moral a la hora de intentar tratar de intimidar a la mayoría de los padres estadounidenses que están de acuerdo en emplear el sentido común a la hora de asegurar la privacidad de sus hijos en los aseos y duchas", se puede leer en el comunicado emitido por la oficina del gobernador McCrory.

Por su parte, los Charlotte Hornets (franquicia de la que Michael Jordan es propietario), se muestran confiados en que finalmente podrán albergar el Fin de Semana de las Estrellas en su edición de 2019. "Entendemos la decisión de la NBA [...] y nos mostramos esperanzados por el hecho de que la Liha haya abierto la puerta a que Charlotte albergue el All Star Weekend en 2019", explica la franquicia en su nota.

El sindicadto de jugadores (NBPA, en sus siglas en inglés) ha querido expresar su apoyo a la NBA mediante otro comunicado: "La Asociación nacional de jugadores de baloncesto apoya la decisión de la Liga de reubicar el All Star Game 2017. [...] La promulgación de una legislación que desafía el derecho de todos los americanos a hacer frente a cualquier discriminación amenaza la capacidad de cada espectador a disfrutar del All Star".

Nike, la marca deportiva que vestirá a la NBA a partir del curso 2017-18, también ha aplaudido la decisión de su futuro socio comercial. "Nike aprueba la decisión de luchar por la igualdad de derechos de la comunidad LGTB retirando a Charlotte la organización del All Star Game", ha expresado la compañía con sede en Oregón.