Willy Hernangómez cambiará de vida la próxima temporada. El pívot (2,10 y 22 años) firmó este verano con New York Knicks un contrato para las próximas cuatro temporadas y 5,7 millones de dólares (1,4 de media por campaña). Jugar en la franquicia de la Gran Manzana no es sólo una gran oportunidad y un sueño, sino también una enorme responsabilidad. Además, será difícil que el madrileño logre minutos de calidad en su primer año en la NBA. A la difícil aclimatación al estilo de la Liga estadounidense se une la competencia en su zona de acción con Joakim Noah como principal referente tras su viaje desde Chicago a Nueva York. "Quiere ganarme mis minutos. Creo que tengo una gran oportunidad saliendo desde el banquillo. Quiero mostrarles que puedo jugar, pero tengo que trabajar desde el primer día, y mostrar a mis compañeros de equipo y entrenadores que puedo disputar minutos de inmediato", comentó en una entrevista telefónica desde Río de Janeiro al New York Post.

El exjugador del Madrid se encuentra en estos momentos en Brasil con la Selección. Allí disputará sus primeros Juegos Olímpicos. Allí, además, se podría encontrar con Carmelo Anthony, referente de unos Knicks que llevan tres cursos sin acudir a los Playoffs por el título. Mucho tiempo. "Quiero hablar con él para que llegue a conocerme. Si él tiene un par de minutos, sería perfecto para mí", continúa Willy, que no tuvo reparos en relatar su primer encuentro con Phil Jackson, el hombre de los trece anillos, el dueño y señor deportivo del equipo neoyorquino. "Cuando lo conocí, estaba muy emocionado porque es Phil Jackson. Hablé con él, dije hola, encantado de conocerte. Me dijo, 'Willy, me encanta su juego. 'Yo estaba como..., no tenía más palabras. Mi cuerpo se detuvo. Siento la confianza del equipo, de Phil y del entrenador (Jeff Hornacek). Me dijeron algunas cosas buenas y me siento muy bien", confesó.

Hernangómez fue elegido en el draft de 2015 en el puesto 35 por Philadelphia 76ers, que traspasaron al pívot en la misma noche de los novatos hacia los Knicks por dinero y una futura segunda ronda. El internacional español, que coincidiera con su hermano Juancho en la NBA (Denver Nuggets), lleva concentrado con la Selección desde principios de julio, lo que significa que se ha peleado en los entrenamientos con el mejor jugador español de todos los tiempos (con respeto a Juan Carlos Navarro): Pau Gasol. "Practicar con él me enseñó un par de cosas. Me muestra algunos movimientos, pequeñas cosas para mejorar en la NBA. Es una gran oportunidad para mí jugar contra él en los entrenamientos. He aprendido más con él en un mes que en un año (en España)", declaró.

La pasada campaña Willy dejó Sevilla para retornar a un Madrid que le llamó de nuevo a filas tras un año cedido. En el equipo andaluz demostró un potencial enorme y unas posibilidades de progreso casi ilimitadas. Como de blanco no tuvo ni la suerte, ni la continuidad, ni la intensidad suficiente para hacerse un hueco real en la rotación de Pablo Laso. Acabó la campaña con 6,6 puntos y 3,8 rebotes en los 12,6 minutos de media en la Liga Endesa. Ahora tiene la opción de empezar de cero y crecer en la mejor liga del mundo compitiendo contra los mejores.