Una plata que sabe a oro. Es el mejor resumen de una final en la que España perdió ante Estados Unidos en su primera final de unos Juegos. El resultado (72-101) no empaña la increíble proeza de una Selección que suma un nuevo gran logro a todo lo conseguido por el equipo de Lucas Mondelo, el Reyes Midas del baloncesto femenino. 

El entrenador del Dynamo Kursk se hizo cargo de este equipo en 2012 ya con la Selección fuera de los Juegos de Londres. Desde 2013 (y con el Preeuropeo como primer reto) lleva una medalla por verano, con jugadoras como Alba Torrens, Anna Cruz y Laura Nicholls como referencias de una generación extraordinaria.

2013 - Europeo de Francia - Oro

Este mágico ciclo olímpico comenzó en Francia. Tras la decepción de no estar en Londres 2012, Mondelo dirigía los últimos coletazos de jugadoras históricas como Amaya Valdemoro y Elisa Aguilar en un torneo que acabó como pocos esperaban: con un oro tras vencer a la anfitriona en la final (70-69).

2014 - Mundial de Turquía - Plata

Sólo hubo una derrota: frente a Estados Unidos y en la final. Antes, cinco victorias seguidas, cuatro de ellas con auténticas palizas (+22,7 de diferencia) y grandes exhibiciones colectivas e individuales. Alba Torrens fue la heroína en la apretada semifinal contra Turquía en la semifinal (56-66) con 28 puntos. La plata consolidó el equipo que se había forjado el año antes.

2015 - Europa de Hungría/Rumanía - Bronce

La última proeza antes de esta gran momento. Mondelo y el equipo llegaban como grandes aspirantes y no decepcionaron. Pleno (5 de 5) de victorias en la fase de grupos. Sólo la mala suerte provocó que España se cruzara con Francia en las semifinales. Derrota y lucha victoriosa por el tercer puesto ante Bielorrusia. Este torneo, además, tuvo una heroína en Anna Cruz. La internacional anotó en los segundos finales ante Montenegro un 2+1 que clasificó a la Selección para Semifinales y dio el billete para Río.

2016 - Juegos Olímpicos de Río - Plata

Increíble campeonato con el mejor resultado que se podía alcanzar porque Estados Unidos es otro mundo en el baloncesto femenino. Tras una primera fase magnífica con una sola derrota en cinco partidos, la Selección se impuso en los cruces a Turquía primero (con una canasta imposible de Anna Cruz en el último suspiro del duelo) y a Serbia después antes de verse las caras contra el gigante del otro lado del Atlántico.