Si buceamos un poco en la historia de los Miami Heat, son cuatro las transacciones que más llaman la atención (más allá del Draft y, por lo tanto, de Dwyane Wade): el aterrizaje de Alonzo Mourning en 1995 (puede que también el de Tim Hardaway, 1996), el traspaso con Los Angeles Lakers que llevó a Shaquille O'Neal de California a Florida (2004) y las adquisiciones de LeBron James y Chris Bosh en 2010. Todos ellos tuvieron un impacto importantísimo, cambiando la historia y también el futuro de la franquicia. Pero... ¿cuál ha sido el mejor movimiento de la franquicia?

Seguramente, la opción más popular si hiciéramos una encuesta sería la llegada de El Rey. Y parece una opción difícil de discutir. Al fin y al cabo, el Big Three formado en 2010 alcanzó cuatro finales en cuatro años y dejó dos de los tres banners que cuelgan del techo del American Airlines Center. Y no cabe duda de que LeBron fue el más importante de los tres mosqueteros en aquella etapa... Pero, ni fue el primer movimiento en convertir a los Heat en una franquicia ganadora (Mourning/Hardaway), ni fue responsable del primer anillo que se puso con orgullo la ciudad de Miami (O'Neal, con Wade como gran protagonista).

Y podría ser por eso mismo que Pat Riley (presidente) no considera que el mejor movimiento de la historia de la franquicia sea ni el fichaje de LeBron ni la creación del Big Three.

"Lo voy a decir y lo digo muy en serio. La adquisición de Shaq fue más importante que cualquier otra que hayamos hecho, incluyendo al Big Three. Fue el momento cumbre. Nos hizo realmente legítimos. Le dio la vuelta a la franquicia", aseguró esta semana Riley durante una conversación con Ira Winderman, del Miami Sun Sentinel (vía CBS Sports).

Puede que su opinión también esté condicionada porque hablaba sobre O'Neal y el Hall of Fame. O puede que piense realmente que Shaq fue el principio de todo. En cualquier caso, hablamos de los dos movimientos que han llevado campeonatos a Florida. Y de dos gigantes del baloncesto. Los resultados, además, son muy parecidos en los dos primeros años. La llegada de Shaq supuso un +17 en triunfos y un viaje a la final de Conferencia en la primera temporada; ganaron el anillo en la segunda. Las de LeBron y Bosh, +11 y Finales en la primera, anillo también en la segunda.