Raúl López, incorporado este verano al área deportiva del Bilbao Basket tras retirarse como jugador profesional al final de la temporada pasada en el equipo bilbaíno, tiene claro que ni está "hecho para entrenar" ni quiere enfocar su carrera hacia los banquillos. "Estoy aquí para intentar ayudar a Carles (Durán) en todo lo posible e intentar quitarle la máxima faena para que pueda estar pendiente del equipo, pero sigo pensando igual. No estoy hecho para entrenar ni quiero entrenar", subraya el exjugador en declaraciones difundidas por el club bilbaíno.

El catalán admite que la decisión de seguir vinculado al Bilbao Basket "no ha sido fácil" porque "después de acabar de jugar es difícil tener claro lo que uno quiere". "Me ofrecieron la posibilidad de seguir vinculado al club y a una ciudad que me encanta y estoy contento de poder estar aquí ayudando", subraya. Una de las funciones del Mago de Vic será impulsar un "proyecto de cantera" en el que tanto él como la entidad tienen depositada "mucha fe". "Durante mucho tiempo se ha tenido la voluntad de hacerlo, pero ahora lo fundamental es que exista. Necesitaremos ayudas, pero el primer paso es que exista y vamos a intentar que pase", ha incidido.

López comenzó su labor hace varias semanas contribuyendo a la confección de la nueva plantilla que, además de la del técnico, tendrá siete novedades respecto a la pasada temporada. "Las circunstancias del club este verano ha sido un poco atípicas. Se me preguntó si podía ayudar en lo que pudiera y es lo que he hecho. Entre todos hemos hecho un buen equipo y esperemos que haya resultad", destaca.

Para el exjugador, "lo que tienen en común" todas las incorporaciones es que "todos querían venir a este proyecto". "En ese sentido es importante para el club, para la ciudad y para la afición que haya jugadores que quieran implicarse. Estoy contento de que así sea", concluye.