El periodista Antonio Lobato reveló durante la gala de presentación de la Liga Endesa el gran cariño que tiene Fernando Alonso por el baloncesto... y su gran gen competitivo. La historia nos sitúa en 2007. Ese año, el piloto asturiano buscaba su tercer campeonato de la Fórmula Uno en una temporada marcada por la lucha entre él y Lewis Hamilton, su compañero en McLaren. Carrera tras carrera, las chispas saltaban entre ellos, pero eso no impedía que el bicampeón mundial tuviese tiempo para otro de sus amores: el baloncesto.

"Hubo un momento en el que llegué a odiar este deporte", comentó Antonio Lobato al humorista Goyo Jiménez. "La culpa la tuvo Alonso. Era 2007 y luchaba el Mundial con McLaren, pegándose con Hamilton. Pero ¿qué tenía Alonso en la cabeza? El baloncesto. En el paddock de Montreal, Canadá, me dijo: 'Antonio, mañana a las nueve en este pabellón. Tráete a cinco tíos que vamos a jugar. Cogí al cámara, al productor, todos de cuarenta años, y fuimos al pabellón. Allí estaba él, con Pedro de la Rosa, el preparador físico de McLaren, dos ingenieros que miden metro noventa. Jugamos una hora".

El resultado, por el nivel de ambos equipos, parecía decantado para Alonso y compañía, pero algo falló. "Cometimos un gravísimo error: empatamos. Fernando no se conformó con eso. 'Vamos a alquilar otra hora de pabellón', dijo, pero no había pista. No se conformó, cogimos los coches y recorrimos las calles de Montreal para buscar una pista callejera que encontramos en un barrio marginal". Tras otra hora y pico (y mucho esfuerzo), el asturiano se alzó con el triunfo por "extenuación".  "Tras eso, cada vez que jugábamos al baloncesto, y fue muy a menudo, perdíamos rápido", finalizó Lobato.