A finales del último mes de junio los Sixers emplearon su primer número uno del draft en 20 años (el anterior fue Allen Iverson en 1996) en elegir a Ben Simmons. Desde ese preciso instante, en Philadelphia todas las miradas se centraron en este joven de apenas 20 años y 208 centímetros. Su llegada ha devuelto la esperanza a unos Sixers que llevan años inmersos en ese eterno Proceso emprendido por el ya despedido Sam Hinkie. Fue precisamente Bryan Colangelo, su sustituto al frente de la dirección deportiva, quien apostó por este alero australiano al que ya le han colgado la etiqueta del próximo LeBron James (casi nada). "Lo que vimos en Ben fue el inmenso talento que tiene y la posibilidad que tiene de llegar a ser grande de verdad", explica Colangelo en la última entrega del podcast de Adrian Wojnarowski en 'The Vertical'.

Pero los elogios no acaban aquí. "Estamos muy esperanzados de verle crecer con nosotros en los próximos cinco y diez años, que se convierta en un jugador de nivel Hall of Fame. ¿Tiene la capacidad para ello? Creo que sí. ¿Debe trabajar para que esto sea así? Por supuesto", expone el presidente de operaciones de la franquicia de Pennsylvania.

Pese a que los Tigers de LSU (Louisiana State University) no pudieron siquiera disputar el March Madness en su único año universitario, Simmons deslumbró en la NCAA con unos promedios de 19,2 puntos, 11,8 rebotes, 4,8 asistencias y 2 robos. Unos números que además de resaltar de sus innegables aptitudes baloncestísticas subrayan una de sus principales cualidades: su versatilidad. Circunstancia esta que no se le ha pasado por alto a Colangelo. "Creo que Ben Simmons puede jugar de base y también actuar de '4'. Defendiendo también es capaz de cubrir diferentes posiciones", explica en el mencionado podcast. Quién sabe, quizá veamos en esta próxima campaña a dos playmakers (Antetokounmpo es el otro) que sobrepasan holgadamente la barrera de los dos metros...