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BILBAO BASKET

Nueva era en Miribilla con Hervelle y Mumbrú al frente

Una temporada con ocho fichajes, otro entrenador (Duran) y un consejo remozado. El capitán marca la meta de "hacerlo bien en Europa y estar en Copa y playoff"

BilbaoActualizado a
Nueva era en Miribilla con Hervelle y Mumbrú al frente
JUAN FLOR

El Bilbao Basket está en la rampa de salida. Con fuerza y sonrisas para una temporada en la que, como viene pasando en esta época de austeridad, hay muchas caras nuevas. Tabu, Salgado, Llorente, Bamforth, Lapornik, Nikolic, Buva y Eric, más la contratación desde el Unicaja ya en propiedad de Todorovic, forman un bloque remozado al 80 por ciento. Hay cinco debutantes en la Liga (como Baskonia y Obradoiro, y sólo les supera el Manresa, que tiene seis). La novedad es que el cambio de era afecta al vestuario, la pizarra e incluso la planta noble, con nuevo presidente y consejo de administración. Pero todo ello con la continuidad de Hervelle y Mumbrú, ambos alma máter de la entidad, dando continuidad a casi una década de hombres de negro. El belga renunció este verano a la selección, algo sagrado para él, y se centró en poner pegamento ante la etapa que se abría en la capital vizcaína. El nuevo proyecto con Carles Duran echa a a andar. Hay ciertas líneas similares con su antecesor en el puesto. "Que se me compare con Sito es un halago, pero cada uno tiene su manera de ser y ver el baloncesto", sostiene.

La pretemporada se ha cerrado con tres victorias (la última, ante el Guaros, campeón de la Copa Intercontinental) y otras tantas derrotas. El equipo comienza el curso en Fuenlabrada, al que se medirá al menos cuatro veces este año (más la victoria en la preseason como dicen ahora los nuevos entendidos del juego) porque está en el mismo grupo de la Eurocopa. Tiene 27 años de media. Esta semana por fin han podido entrenar todos juntos, porque entre compromisos con las selecciones y lesiones, el contacto como piña no ha existido. A cambio, han aflorado una serie de temporeros. Eric tuvo que viajar a Estados Unidos a resolver cuestiones burocráticas, Bamforth jugó con Kosovo, Tabu con Bélgica, Nikolic con Montenegro y Lapornik con Eslovenia. Uno de los nuevos es Sergio Llorente, al que el club ha decidido firmar hasta final de temporada, aunque estará sin ficha. Hijo del histórico Joe y por tanto sobrino de un Toñín que fue ídolo en La Casilla formando pareja de bases con Lafuente en el Caja Bilbao, cree que ha cubierto una etapa en LEB Oro y prefiere ser cola de león en un ACB, esperando algún problema de lesiones. Su apellido no es uno más en Bilbao. "Mi tío me ha contado cosas de esta ciudad". Es más, Toñín llegó a coincidir con Salgado en León, "era el primer año en el que Javi se desplazó de casa y se lo pasaron bien, le tenía atado en corto", bromea Sergio. Precisamente el director de orquesta de Santutxu está siendo su mejor aliado en esta etapa en la ciudad del Guggenheim. A estas alturas, el peso de llamarse Llorente no le oprime: "Desde que tenía 15 años se me pregunta por eso; tener a un padre que ha sido profesional desde los 19 hasta que se retiró y que ha pasado por equipos como Madrid, CAI, la Selección... supone un apoyo moral y táctico más que otra cosa. Lo tienes siempre ahí para cuando lo necesites". Lo que más nota en el salto de categoría no es el ritmo, sino el físico de los interiores "que con más grandes y fuertes"

Su apoyo en la época estival ha agradado al técnico. "Llevo más de un mes y desde el principio me he sentido muy bien acogido. La dinámica ahora va a mejorar con todos e iremos hacia arriba. Mi decisión es ayudar al equipo, el grupo me encantó en cuanto llegué y con la opción de quedarme surgida la semana pasada, no lo dudé. Quiero hacerme un hueco y ayudar". Comprende, eso sí, que será complicado jugar. "Sabía que si me quedaba sería con un rol de ficha número trece; las temporadas son largas, pero está Europa, hay muchos partidos y ayudaré en el momento que haya una baja".

Para el capitán Mumbrú, se abre la octava campaña en Bilbao. El club es él y en el futuro será lo que quiera dentro del mismo. Se ha plantado un par de tatuajes nuevos y la tropa se pone firme a su paso. "Esta semana es casi la más importante de la pretemporada", sentencia el alero barcelonés, quien tiene claro que las piezas aún no están integradas. "A ver si antes del domingo podemos estar mucho más acoplados". Expone que empiezan "todos de cero", cogiendo los apuntes del técnico que concederá más libertad en ataque que Sito Alonso. La prioridad es correr, el juego alegre y hay tantísimo talento, en el perímetro especialmente, que el equipo puede llegar con la gorra a más de 80 puntos. "Todos los que han fichado tenían ganas de jugar en Miribilla y eso es muy importante, son buena gente todos y tratamos de explicarles cómo es todo esto. Todo el mundo está muy contento", asiente el capitán, que conoció a Duran en Badalona con 19 años.

Hervelle comentó que era un shock llegar el primer día y no ver a Raúl López en su taquilla. El genio de Vic ha cambiado esa parte del pabellón por el despacho, para ser director deportivo y tratar de armar un esbozo de cantera. "La tenemos en frente y sí que es un pequeño shock -corrobora Mumbrú- pero está aportando muy bien en otros ámbitos del club y es importante que todo funcione como hasta ahora". Este Bilbao mantiene el 'sello Badalona', con un técnico que sale de la escuela del Joventut, como Sito, un cachorro de Aito (Bilbao ha visto pasar a muchos alumnos de ese aula como Grimau, Raúl, Mumbrú, Marko Todorovic, Hannah...). Alex acabará la temporada con 38 años, pero le pasa como a Aduriz, el tiempo parece haberse detenido (su desgaste con la selección es mucho mayor), pero tendrá que ser más dosificado para legar fresco al final: "Me encantaría que el mejor hombre fuera Dejan (Todorovic), porque así todos estaríamos mejor, según pasan los años te cansas más pero es cosa del entrenador". La meta, concluyó, es competir, hacer un buen papel en Europa e intentar estar en la Copa y el playoff. "Ahora no se sabe si van a bajar el canon y parece que todos los equipos se van a reforzar".

En el cuarteto de bases emerge como primer espada Tabu, al que se ha traído de la mano su amigo y compatriota Hervelle. "Soy el base que debe dirigir el equipo, pero no existe un líder único". Es un tipo afable y con ganas de jugar como local en una pista que ha visitado varias ocasiones, incluso en la Eurocopa con el Charleroi.  "La Liga nos viene muy pronto. Llevamos una semana solo juntos y estos días hay todo el mundo tiene que trabajar muy duro". El Fuenla le metió en el derecho de tanteo e igualó la oferta del Bilbao, pero finalmente hubo acuerdo para dejarle marchar, porque estaba obsesionado con vestir de negro, su primer partido oficial precisamente será en el Fernando Martín: "Yo quería venir aquí y no era fácil, porque al principio no me dejaban salir, pero al final se hizo. Tengo grandes recuerdos de Fuenlabrada. Venir a Miribilla era un paso al frente para mí. Hablé con Axel, su presencia aquí fue fundamental en mi decisión. Ahora tenemos que mirar partido a partido, la temporada es larga. Es muy importante este del domingo y luego vienen dos seguidos".