MACABBI 82 - REAL MADRID 89

El Madrid saca músculo en Tel Aviv con un Carroll pletórico

Gran exhibición colectiva de los de Laso con labor destacada de muchas piezas: Carroll, Rudy, Hunter, Randolph, Ayón, Llull... Se sobrepusieron a un parcial de 16-0 del Maccabi

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Real Madrid - Baskonia

El Madrid ganó el clásico europeo más representado (53 duelos ya, 31-22 para los blancos) con una exhibición colectiva en la que Jaycee Carroll puso la puntería (18 puntos, 5 de 8 en triples) y Rudy Fernández acudió al rescate cuando entraba agua en la barca. Fue justo tras el parcial de 16-0 que descerrajó el Maccabi para abrir el tercer cuarto (49-46), un golpe del que otros no se hubieran repuesto.

El alero encadenó 13 puntos y le puso la mascarilla de oxígeno a sus compañeros. Salvamento marítimo en colaboración con Reyes, que rompió la funesta racha con un tres más uno y lo adornó más tarde con un par de acciones defensivas de enorme mérito.

Los de Laso habían abierto brecha de inicio con su dominio de la zona y del rebote, justo cuando el satélite nos dejó sin retransmisión televisiva. Fueron diez minutos a reloj parado sin imágenes. El corte de señal llegó con 6-8 en el marcador aunque ya entonces aparecía el primer boceto de la receta ganadora. Movilidad y balones dentro para colapsar la muralla (débil) del Maccabi. Primero fue Thompkins, luego Ayón y, en pleno apagón, apareció Othello Hunter al tiempo que Carroll le daba apoyo de francotirador.

Los locales vieron tantos frentes abiertos que amenazaron colapso (27-42). Mientras, el Real cazaba nueve rebotes más (11 a 4 en los ofensivos). Había detectado el punto débil del adversario, justo bajo su aro, y fue a por él, pero tampoco olvidó la fortaleza del enemigo, su enorme capacidad ofensiva. La controló, por ejemplo, cuidando el balón y limitando las pérdidas (tres al descanso) y de un plumazo las transiciones de los Seeley, Goudelock, Weems, Rudd…

Muchas virtudes concentradas que se disiparon en cinco minutos fatídicos que casi le cuestan la victoria. Cinco minutos en blanco para abrir la segunda parte, cinco minutos de desorientación total en ataque (del 33-46 al 49-46). La máquina se había parado y las malas decisiones y el poco acierto dio alas a un Maccabi sin bases, con Seeley, Goudelock y Weems a la carga, y también con un destacado Victor Rudd de falso pívot (el sustituto hace un año de Thompkins en el Nizhny Novgorod).

Funcionó a medias. Les metió en el partido pero no se lo ganó. Reyes y Rudy trajeron confianza y su equipo se recompuso pese al 0 de 8 de Llull pero también por sus 11 asistencias. Maciulis había dado mucho en la primera parte, luego Doncic se puso la etiqueta de currante y Carroll añadió otros dos triples a su cuenta (el último con personal incluida) mientras Randolph se hacía pieza útil del engranaje. Un rebotito por aquí, otro por allá, un par de acciones de talento, una falta sacada a Weems por pura movilidad... El Madrid volvía a fluir, buena circulación de balón para acabar sacando músculo en Tel Aviv. Dos de dos en la nueva Euroliga y no ante cualquiera: Olympiacos y Maccabi. El próximo martes llega el Baskonia y el jueves viajará a Milán. Cinco partidos en diez días. Se le ve preparado.