Hasta 77 años de vida tienen unos Sixers que arrancaron su andadura como Nationals (en Syracuse). Una de las grandes franquicias de la Competición. Tres títulos (uno como Nationals, el del 55), cinco veces campeones de conferencia y 11 de división.

Grandes épocas marcadas por enormes jugadores. Los años de Wilt Chamberlain y el primer campeonato como Sixers (el de 1967), las tres Finales que perdió Julius Erving antes de que llegara Moses Malone (el anillo del 83), los grandes momentos de un Charles Barkley que nunca pasó de las semifinales en el Este y el legado, mucho más allá del baloncesto, que dejó Allen Iverson.

Los Sixers, como Lakers, Celtics o Knicks, son historia de la NBA. Historia de verdad.

Propietario: Joshua Harris

Es un importante empresario que también es dueño de los New Jersey Devils (NHL). En 2011, su grupo de inversión compró los Sixers por 280 millones de dólares y desde entonces es el propietario principal. Creció en Maryland, fue a la Universidad de Pensilvania e hizo un Master en Harvard.

General manager: Bryan Colangelo.

Siguió los pasos de su padre Jerry, que aterrizó en los Sixers en diciembre de 2015. La llegada de la familia Colangelo a Philadelphia supuso la salida (por dimisión) de Sam Hinkie, el cerebro detrás de 'El Proceso'. Bryan ha trabajado antes como Presidente de Operaciones Baloncestísticas y General Manager de los Toronto Raptors, las mismas posiciones que ocupa ahora en Pensilvania. Y también fue GM de los Suns.

Estrella histórica: Julius Erving

Julius Winfield Erving II, Doctor J, llegó a Philadelphia en el 76 con 26 años (antes ABA en los Squires y en los Nets) y llevó a los Sixers a cuatro Finales de la NBA (77, 80, 82 y 83). En la última, con la inestimable ayuda de Moses Malone, se puso por fin su anillo. Nueve temporadas seguidas por encima de los 20 puntos y unos promedios de más de 24 tantos, 8,5 rebotes y más de cuatro asistencias en su carrera.

Momento histórico: el primer anillo del Doctor J

A la cuarta fue la vencida para el Julius Erving. Moses Malone fue justo lo que necesitaban aquellos Sixers, que le dieron el tercer título a una franquicia realmente histórica.